Por definición, una unidad organizada en función del producto se basa en una
producción que fluye con determinado caudal. No obstante, dentro de la unidad
de producción ese caudal puede estar más o menos dividido, y en los casos
extremos puede haber máquinas dispuestas exclusivamente por proceso o
agrupadas por género de trabajo.
A continuación examinaremos dos ejemplos de
taller organizado en función del producto.
En el primer ejemplo, relativo a un taller de fabricación de recuperadores
de calor, se hizo un esfuerzo sistemático para estructurar la producción basándola
en grupos de los que llamamos secuenciales. Resultó posible hacerlo en la mayor
parte del proceso de fabricación, pese a que dicho proceso está muy condicionado
por los pedidos de los clientes y que los lotes son reducidos.
La figura 153 ilustra
el empeño puesto para aproximarse en lo posible a una disposición «rectilínea»,
lo que simplifica la manipulación y desplazamiento de los materiales y permite
a todos los operarios tener una buena visión general del proceso de fabricación.
Respecto del segundo ejemplo, relativo a la fabricación de motores
eléctricos, la figura 154 ilustra una unidad organizada en función del producto y
formada por cierto número de grupos que fabrican en secuencia diversos
componentes. Este modelo de organización se basa en los principios siguientes:
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