Por lo que se refiere al último modelo de nuestra clasificación, veamos cómo se
llevan a cabo las actividades de construcción. En este caso el producto es el eje
de toda la organización, que está estructurada en torno al mismo. Estos sistemas
de organización del trabajo se encuentran igualmente en la industria, por ejemplo
en la fabricación de productos de muy grandes dimensiones (turbinas, barcos,
maquinaria pesada, etc.).
En la producción de este tipo el trabajo en grupo no es sólo adecuado: es el
único factible para organizar las actividades. Además, como el trabajo es variado,
la adaptación espontánea de la división del trabajo y de la planificación es un
rasgo tan esencial que la organización flexible en grupos viene a ser la única
solución viable.
Acabamos de examinar brevemente las posibilidades que ofrece el trabajo
en grupo en sistemas diferentes de producción, y hemos observado que en ciertos
casos resulta más apropiado que en otros.
Una de las evoluciones que más se han preconizado en los análisis del
trabajo en grupo es la de acentuar el grado en que puedan organizarse los grupos
de modo que sigan la dirección del flujo de la producción. Este esquema permite
orientar los intereses y aspiraciones del grupo hacia el buen cumplimiento de una
obra común. Convendría examinar más de cerca las posibilidades de organizar
los grupos en esa forma, ya sea para el trabajo de montaje, ya sea en los talleres
de máquinas. Al seleccionar estos ejemplos no pretendemos ofrecer soluciones
ya prontas, sino destacar una tendencia que actualmente está adquiriendo
particular importancia.
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