Se entiende por simplificación del trabajo, “un método sistemático para la aplicación organizada del sentido común con el objeto de identificar y analizar los problemas del trabajo, desarrollar métodos más fáciles y mejores para hacer las cosas e instalar las modificaciones resultantes”.
Sus características son el uso de una metodología para desarrollar las innovaciones. El empleo sistemático de la actitud analítica. El estímulo del sentido común y del ingenio creador, y el control de las ideas geniales desordenadas.
Así pues, la simplificación del trabajo como técnica, como sistema destierra el concepto de los mejoramientos como un fruto aislado de la inspiración y lo reemplaza por la afirmación categórica de que las mejoras deberán venir como resultado de un análisis completo, concienzudo, organizado, sistematizado y metódico, que es absolutamente fácil de seguir aun por las personas más ocupadas de la empresa.
La simplificación del trabajo desarrolla el hábito del análisis crítico efectuando con una actitud despierta y con una mentalidad inquisitiva.
Se sirve de un método analítico que se ayuda de una serie de preguntas, de formas y diagramas diseñados para facilitar la presentación y el análisis cuidadoso de los hechos y que permiten recorrer gráficamente cada uno de los aspectos del problema, estudiándolos punto por punto con la minuciosidad, mayor o menor, que más convenga.