Para que un sistema de remuneración por rendimiento tenga éxito es importante que los trabajadores sepan cuanto antes las primas que han ganado. El ideal
sería comunicárselas al día siguiente. Esas ganancias suplementarias se pueden
expresar en dinero, pero es preferible hacerlo en porcentajes del desempeño tipo
o como promedio de los minutos tipo cumplidos por hora, ya que así se pueden
exponer las cifras en los tableros de anuncios sin que cada trabajador se entere
de cuánto ganan en efectivo los demás.
En muchas empresas, el oficinista del
taller o el capataz informan directamente al operario, que puede así pedir
aclaraciones en el acto; pero después de habituarse a los valores atribuidos al
rendimiento, el trabajador calcula por sí mismo lo que ha ganado al final de la
jornada, y las cifras que le comunican al día siguiente no son más que una
confirmación de sus propios cálculos.
Las ventajas de la comunicación diaria son evidentes:
- El operario se da cuenta del resultado de sus esfuerzos cuando todavía recuerda bien cómo trabajó.
- Si hay reclamaciones, se pueden atender y hacer las rectificaciones del caso antes de determinar la paga.
- El anuncio diario de los resultados en el tablero, cuando lo aceptan los trabajadores y sus representantes, da más interés al trabajo y puede servir de emulación.
- La confirmación reiterada de los cálculos de cada uno o las aclaraciones en caso de divergencia van creando un ambiente de confianza en la equidad de procederes de la empresa. A la inversa, si el servicio de contabilidad comete frecuentes errores, el sistema mismo inspirará desconfianza.
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