La medición del trabajo no culmina necesariamente en un sistema de remuneración por rendimiento. Muchas empresas mandan efectuar estudios de tiempos
y no aplican después primas a la producción. Si en los capítulos precedentes se
ha prestado particular atención a los aspectos del estudio de tiempos más
vinculados con las primas, es porque todo examen del estudio de tiempos que no
tratara ese tema quedaría trunco.
Como base para implantar tales sistemas, la medición del trabajo tiene
ventajas que estriban en características intrínsecas de sus técnicas, a saber:
- Los tiempos se basan en la observación directa y en la anotación de lo observado por los métodos más exactos posibles.
- Se hacen suficientes observaciones de todos los elementos de trabajo (tanto repetitivos como casuales) como para tener la seguridad de que los tiempos finalmente seleccionados para formar el tiempo tipo son representativos y de que se tuvieron en cuenta los sucesos aleatorios.
- Se obtienen y archivan datos completos que pueden ser examinados por la dirección o por los trabajadores en caso necesario.
- Los tiempos y otros datos afines registrados ofrecen una base objetiva a las negociaciones obrero-patronales sobre normas de rendimiento, en vez de apreciaciones subjetivas sobre los tiempos.
- Un estudio de métodos bien aplicado seguido de una medición del trabajo permite a la dirección garantizar los tiempos tipo con cierto grado de seguridad de que no se expone a perpetuar tasas de remuneración anticconómicas.
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