Los tres sistemas examinados hasta ahora tienen en común el hecho de que los
diferentes tipos de máquinas están agrupados en un orden que corresponde a la
secuencia de las operaciones de producción. Si, en cambio, agrupamos las
máquinas de modo que todas las de cierto tipo estén concentradas en un mismo
departamento, concentraremos cada una de las operaciones en un solo lugar,
conforme al sistema de «distribución funcional» (figura 148). En ese caso el
producto en fabricación va pasando por los diferentes departamentos: departamento de taladrado, de torneado, de fresado, etc.
Este tipo de concentración por operaciones se encuentra frecuentemente en
la producción por lotes, donde las series son cortas y los productos variados.
Con tal sistema resulta sumamente difícil organizar grupos de trabajo de
verdadero interés para los operarios. En la realidad de cada día, el trabajador está
supeditado a su propia tarea y puesto de trabajo, y es prácticamente imposible
introducir un auténtico trabajo en grupo, en el cual se combinen espontáneamente
las diferentes tareas y se intercambien las personas que las ejecutan. Esta forma
de organización del trabajo constituye el esquema dominante de producción
diversificada en series de longitud moderada. Sin embargo, desde hace algún
tiempo, tiende a ser suplantada por sistemas de organización centrados en el
producto o en el circuito de producción.
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