Cuando no es probable que se produzca una reducción o una transferencia de
personal, es muy posible que los trabajadores acepten nuevos métodos si se les
ha permitido participar en su establecimiento. El encargado del estudio del trabajo
debe tener confianza en el operario desde el comienzo, explicándole lo que está
tratando de hacer y por qué y los medios con que espera hacerlo. Si el operario
muestra interés, se le debe explicar los usos de los diversos instrumentos de
investigación.
El diagrama de secuencias es uno de los más útiles para atraer el
interés: a la mayor parte de las personas les gusta que sus actividades estén
representadas, y la ¡dea de que da tantos pasos en la ejecución de su trabajo de la
mañana a menudo sorprende al trabajador y le hace que se sienta encantado con
la idea de reducir su esfuerzo. Se debe pedir siempre a los trabajadores que
presenten sus sugerencias o ideas sobre las mejoras que se pueden hacer y éstas
se deben introducir cuando es posible, expresando el debido reconocimiento a
las personas que las han formulado (las sugerencias importantes pueden merecer
una recompensa en dinero).
Es preciso que los trabajadores participen lo más
plenamente posible en el establecimiento del nuevo método, para que lleguen a
pensar que éste es principal o parcialmente obra suya.
No siempre será posible obtener una cooperación muy activa del personal
no calificado, pero estos trabajadores suelen tener algunas opiniones sobre cómo
sus tareas se podrían facilitar - o someter menos a interrupciones - que darían
pistas importantes al encargado del estudio del trabajo para reducir el desperdicio
de tiempo y esfuerzos.
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