Éste quizá represente el punto más importante de los nueve que conforman el análisis de operaciones.
La mejor manera de simplifi car una operación es vislumbrar alguna forma de obtener los mismos
o mejores resultados sin que ella implique costos adicionales. Una regla de gran importancia del
analista es tratar de eliminar o combinar una operación antes de tratar de mejorarla. De acuerdo con
nuestra experiencia, alrededor de 25% de las operaciones que se llevan a cabo pueden eliminarse si se
invierte sufi ciente tiempo en el estudio del diseño y del proceso.
Ello también implica la eliminación
de los desperdicios (muda) asociados con procesamientos inapropiados.
En la actualidad se realiza mucho trabajo innecesario. En muchos casos, la tarea o el proceso no
deben simplifi carse o mejorarse, sino que se deben eliminar por completo. La eliminación de una actividad
ahorra dinero en la instalación de un método mejorado y no hay interrupción o retraso debido a que no se debe desarrollar, probar o instalar ningún método mejorado. Los operadores no necesitan
recibir ninguna clase de entrenamiento sobre el nuevo método y se minimiza la resistencia al cambio
cuando se elimina una actividad o tarea innecesaria.
Respecto al papeleo administrativo, antes de que
se desarrolle un formato para la transferencia de información, los analistas deben preguntarse si en
realidad es necesario un formato. En la actualidad, los sistemas controlados por computadora pueden
reducir la generación de formatos y el trabajo administrativo.
Con frecuencia, las operaciones innecesarias son producto de una planeación inadecuada cuando
la tarea se hace por primera vez. Una vez que se ha establecido una rutina estándar, es difícil
cambiarla, aun si dicho cambio elimina una parte del trabajo y lo vuelve más sencillo.
Cuando se
planean nuevos trabajos, el encargado de la planeación debe incluir una operación extra si existe
alguna posibilidad de que el producto sea rechazado sin ella. Por ejemplo, en el torneado de un eje
de acero, si surge una pregunta en cuanto a realizar dos o tres cortes para conservar un acabado de 40
micropulgadas, la persona encargada de la planeación invariablemente especifi ca tres cortes, a pesar
de que el mantenimiento apropiado de las herramientas de corte complementado con las velocidades
y los alimentadores ideales permitan que el trabajo se lleve a cabo sólo con dos cortes.
A menudo, las operaciones innecesarias se llevan a cabo debido al desempeño inadecuado de
las operaciones anteriores. Se debe realizar una segunda operación para “darle un retoque” o hacer
aceptable el trabajo realizado en ellas. En una planta, por ejemplo, unas armaduras colocadas en
una instalación eran rociadas con pintura , lo que imposibilitaba cubrir el fondo de la armadura con
pintura debido a que la instalación impedía que el chorro de pintura llegara hasta él.
Por lo tanto,
era necesario darle un retoque a los fondos de la armadura después de que se habían pintado. Un
estudio de este trabajo trajo como consecuencia un rediseño de la instalación que mantenía a la
armadura, lo que permitió una cobertura total. Además, una nueva base hizo posible pintar siete
armaduras de manera simultánea, mientras que con el viejo método sólo se podía pintar una a la
vez. Por lo tanto, considerando que una operación innecesaria se pudo haber desarrollado debido
al funcionamiento inadecuado de la operación anterior, el analista pudo eliminar la operación de
retoque (vea la fi gura 3.1).
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