Bink (1962) propuso un límite de 5.33 kcal/min (21.3 Btu/min) para el consumo de energía
aceptable en un día de trabajo de 8 horas. Este número corresponde a un tercio del consumo de
energía máximo del hombre estadounidense promedio [en el caso de las mujeres, sería de 1/3 × 12
= 4 kcal/min (16 Btu/min)].
Si la carga de trabajo total es demasiado elevada (es decir, excede los
límites recomendados), el metabolismo aeróbico podría no ser sufi ciente para proporcionar todos los
requerimientos de energía y el trabajador debería depender de cantidades mayores de metabolismo
anaeróbico, lo que le provocaría fatiga y la formación de ácido láctico. Por lo tanto, se debe proporcionar
una sufi ciente recuperación para permitir que el cuerpo se restablezca de la fatiga y recicle el
ácido láctico. Una pauta para la asignación de descanso fue desarrollado por Murrell (1965):
El valor de 1.33 kcal/min (5.3 Btu/min) es el consumo de energía durante el descanso. Considere el
trabajo estresante que representa palear carbón en una tolva, que implica un gasto de energía de 9.33
kcal/min (37.3 Btu/min). Sustituyendo el valor W = 9.33 en la ecuación se obtiene R = 0.5. Por lo
tanto, para proporcionar un tiempo adecuado para recuperarse de la fatiga, el trabajador necesitará
permanecer en descanso aproximadamente la mitad del turno de 8 horas, es decir, 4 horas.
La forma en la que se asigna el descanso también es importante. No tiene ningún sentido poner
a un trabajador a laborar por 4 horas sin descanso a una velocidad de 9.33 kcal/min (37.3 Btu/min),
esto es, exponerlo a sufrir de fatiga extrema y después darle un descanso de 4 horas.
En general, la
duración del ciclo de trabajo es la causa principal de que la fatiga aumente. Cuando se realiza trabajo
pesado, el fl ujo sanguíneo tiende a ocluirse, lo que acelera aún más el uso de trayectorias anaeróbicas.
Además, el proceso de recuperación tiende a ser exponencial, y los últimos momentos son los
que menores benefi cios incrementales proporcionan. Por lo tanto, rachas cortas (de ½ a 1 minuto
aproximadamente) de trabajo pesado combinado con periodos cortos de descanso proporcionan un
máximo benefi cio. Durante periodos de ½ a 1 minuto, las fuentes de energía inmediatas de ATP y CP
se agotan, pero pueden reabastecerse de manera muy rápida. Una vez que se acumula ácido láctico
durante periodos de trabajo muy prolongados, se hace más difícil removerlo. Las micropausas de 1 a
3 segundos son de mucha utilidad ya que destapan cualquier vaso sanguíneo ocluido, y los descansos
activos, durante los cuales el trabajador alterna el uso de sus manos y utiliza otros músculos, sirven
para poner a descansar los músculos fatigados. También, es mejor que los trabajadores decidan el
momento de tomar descansos cuando sientan la necesidad de ellos (a su ritmo) en contraste con los
descansos prescritos (que dependen de la máquina). En resumen, se recomienda categóricamente el
uso de ciclos trabajo/descanso cortos y frecuentes.
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