Una vez obtenida dicha información, ajustar los proyectos a los recursos de
que se dispone es una cuestión de pura aritmética. Tanto los recursos necesarios
como la capacidad de que se dispone deberán expresarse en función del factor
tiempo.
Las necesidades se formularán como sigue:
Número de las operaciones de cada tipo a realizar x Tiempo previsto para cada operación,
y se deberán equiparar al tiempo total disponible de todas las instalaciones y
categorías de mano de obra necesarias para llevar a cabo las operaciones.
Al preparar un programa interesan solamente los tiempos efectivos previstos
para las operaciones, que dependerán, entre otros factores, de si las condiciones
generales de la fábrica - entre las cuales el clima de las relaciones obrero-
patronales y el sistema de renumeración empleado - favorecen el ritmo de trabajo
óptimo.
Cuando así sea y se haya consolidado la aplicación del estudio del trabajo,
los tiempos deberán ser los del desempeño medio del taller o departamento con
arreglo a las cifras de producción registradas durante determinado período. Esto
puede incluso aplicarse a un solo procedimiento o máquina y es la única base real
para tales cálculos. Los tiempos se obtienen multiplicando los tiempos tipo por
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