El problema más difícil del especialista en estudio del trabajo tal vez estribe a menudo en la actitud de los capataces y jefes de taller. Tendrá que conquistarlos si desea lograr buenos resultados ; si le son hostiles, pueden incluso impedirle cualquier realización. Para el obrero, el capataz y sus ayudantes representan la dirección y basará su actitud en la de ellos, del mismo modo que los jefes de 27 departamento en la del director. Si se nota que el capataz opina que ~ e s doe l estudio del trabajo es una estupidez >>, 10s trabajadores no respetarin a1 especialista y no harin nada por poner en prictica sus propuestas, que de todas maneras les llegarin por intermedio del capataz.
Antes de que el especialista empiece su labor, se deberin explicar con mucho cuidado a1 capataz el prop6sito detallado del estudio del trabajo y 10s procedimientos que se aplicarin, de mod0 que comprenda exactamente lo que se va haciendo y por quk se hace. En caso contrario, es probable que el capataz ponga dificultades, si no verdaderas trabas, por muchas razones, y entre ellas :
1) Es el rnis afectado por el estudio del trabajo ; le estin impugnando el trabajo que ha dirigido muchos aiios ; si gracias a1 estudio del trabajo aumenta considerablemente la eficacia de las operaciones bajo su responsabilidad, tal vez piense que quedari desprestigiado ante sus superiores y sus subordinados.
2) En la mayoria de las empresas que no emplean especialistas con ese fin, le compete a1 capataz dirigir la ejecuci6n de una operaci6n determinada: establecer 10s programas y mktodos de trabajo, fijar 10s horarios y tasas a destajo, contratar y despedir a 10s obreros. El capataz pensari que ha perdido categoria por el simple hecho de que le hayan quitado algunas de esas funciones, y a nadie le gusta perder categoria.
3) Si surgen conflictos o si hay agitacibn, el capataz es el primer llamado a resolver la situacibn, y le seri dificil hacerlo con justicia si no comprende el problema.
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