En 1898, mientras trabajaba para la Bethlehem Steel Company (ya había renunciado a su puesto
en Midvale), Taylor llevó a cabo el experimento con lingotes de hierro que se convirtió en una de las
más famosas demostraciones de sus principios. Estableció el método correcto, junto con incentivos
económicos, y trabajadores transportando lingotes de hierro de 92 libras a través de una rampa a un
camión de carga para poder incrementar la productividad de un promedio de 12.5 toneladas/día a un
rango de entre 47 y 48 toneladas/día. Este trabajo se desarrolló con un incremento salarial diario de
1.15 a 1.85 dólares. Taylor afi rmó que los trabajadores se desempeñaron a una mayor velocidad “sin
que ninguno de ellos se rindiera, sin ninguna pelea y estuvieron más felices y más motivados”.
Otro de los estudios de Taylor en Bethlehem Steel que ganó fama fue el experimento con palas.
Los trabajadores que paleaban en Bethlehem eran propietarios de sus propias palas y usaban la misma
para realizar cualquier tarea, desde levantar hierro pesado hasta palear carbón ligero. Después de una
gran cantidad de estudios, Taylor diseñó palas que se acoplaban a diferentes cargas: palas con mango
corto para el hierro, cucharas con mango largo para el carbón ligero. Como resultado, se incrementó
la productividad y el costo del manejo de materiales se redujo de 8 a 3 centavos por tonelada.
Otra de las famosas contribuciones de Taylor fue el descubrimiento del proceso Taylor-White
para el tratamiento térmico del acero de herramientas. Mediante el estudio de aceros autoendurecidos,
desarrolló una forma para endurecer acero con aleación cromo-tungsteno sin hacerla frágil,
calentándola cerca de su punto de fusión. El acero de “alta velocidad” resultante aumentó a más del
doble la productividad de la máquina de corte y en la actualidad continúa utilizándose en todo el
mundo. Posteriormente desarrolló la ecuación de Taylor para cortar metales.
No tan bien conocidas como sus contribuciones a la ingeniería es el hecho que en 1881, fue
campeón de dobles en tenis de Estados Unidos.
En este caso, Taylor utilizó una raqueta de apariencia
extraña que había diseñado con un mango curvo en forma de cuchara. Taylor murió de neumonía
en 1915 a la edad de 59 años. Para obtener más información acerca de este talentoso personaje, los
autores recomiendan consultar su biografía realizada por Kanigel (1997).
No hay comentarios:
Publicar un comentario