domingo, 23 de febrero de 2014

La línea adaptada al ritmo de la máquina - I

Este tipo de organización se encuentra con mayor frecuencia en situaciones en las cuales la manipulación del material es un factor importante y la función consiguiente es la predominante. El ejemplo clásico es el montaje final de los automóviles en una cadena de cadencia fija. Como en este tipo de sistema de producción (figura 145) la manipulación de los materiales está sumamente mecanizada, la circulación de éstos y la organización del trabajo están completamente subordinadas al sistema técnico. Hasta hace pocos años era el único método que se utilizaba para el montaje de productos que se caracterizan por el movimiento de un elevado.volumen de materiales. 

Su inconveniente es que los trabajos individuales están estrictamente limitados y el ritmo de trabajo está totalmente condicionado por el sistema técnico. Por lo tanto, la desventaja mayor de estos sistemas de producción es la impresión subjetiva que tienen los operarios de su trabajo. Otro inconveniente es la extrema vulnerabilidad de estas líneas en cuanto se desmejora la situación. Una solución consiste, como ocurre a menudo en el Japón, en permitir que cualquier operario pueda detener la cadena de producción. La experiencia demuestra que el número de detenciones se mantiene limitado. Dado que cada integrante es consciente de las consecuencias de la interrupción del sistema, el personal en su conjunto hace todo lo que esté a su alcance para evitar el recurso de oprimir el «botón rojo». Los sistemas de este tipo son extremadamente sensibles: aquí se justifica el dicho de que la resistencia de una cadena se mide por la de su eslabón más débil, pues basta una pequeña epidemia de gripe en la región donde está la fábrica para que se malogre todo el sistema. Añádase que en estas líneas de producción no es fácil cambiar lo establecido.

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