sábado, 4 de mayo de 2013

Conversión: cálculo del tiempo básico

El analista ha llenado los espacios del membrete de la hoja de resumen, enumerado los elementos, anotado las frecuencias y, en caso necesario, dibujado al dorso un plano claro del taller. (En ciertos casos, empleando una cámara fotográfica de revelado e impresión inmediatos puede economizar mucho tiempo y dinero. Por lo general hay que tomar la fotografía incluyendo una sencilla escala graduada, por ejemplo, una varilla de sección cuadrada dividida en centímetros.) 
Para poder seguir con el resumen, el analista tiene que hacer ahora los cálculos, que se deben efectuar en el propio formulario de estudio de tiempos. Los resultados de esos cálculos se consignan en el mismo formulario, pero con tinta o con otro color de lápiz que las anotaciones hechas durante el estudio en el taller. Si se utiliza un tablero electrónico, se indicará el cálculo tal como se explica en la sección 6 de este capítulo. Si el estudio se cronometró con vuelta a cero, se puede pasar inmediatamente a la conversión. Si se empleó en cambio el método acumulativo, hay que restar primero cada indicación del cronómetro de la siguiente, para obtener el tiempo observado de cada elemento. 
Esas cantidades merecen el nombre de «tiempos restados», más bien que de «tiempos observados», y se registran en la tercera columna de la hoja de estudio (T.R.). No obstante, como los tiempos restados obtenidos con el método acumulativo equivalen exactamente a los tiempos observados con el sistema de vuelta a cero, se utilizará sencillamente la expresión «tiempo observado» para referirse a unos y otros. El paso siguiente consiste en convertir cada tiempo observado en tiempo básico, para apuntar el resultado en la columna «T.B.» de la hoja.

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