sábado, 30 de marzo de 2013

El trabajador «promedio» - I

El trabajador verdaderamente «promedio» no es más que una abstracción y no existe en realidad, como tampoco existe «la familia promedio» ni «el hombre promedio». Ya se sabe que son nociones necesarias para las estadísticas y que no hay en el mundo dos seres humanos que sean exactamente idénticos. No obstante, si se estudia a un gran número de personas - digamos, del mismo país o zona -, se ve que algunas de sus características mensurables, como el peso y la estatura, varían según pautas que al ser representadas en gráficos dan lo que se llama «la curva de distribución normal». Tomemos como ejemplo la altura: en muchos países de Europa occidental los hombres miden en promedio 172 cm. De hecho, en cualquier muchedumbre de esos países habrá un gran número de hombres que midan entre 170 y 175 cm, y los que estén por encima o por debajo de esas cifras serán cada vez más escasos a medida que su estatura se aleje más de ellas. Lo mismo ocurre, exactamente, con el desempeño de los operarios, como lo muestra claramente el ejemplo de la figura 105. Si en una fábrica 500 trabajadores calificados hicieran la misma operación con los mismos métodos, en las mismas condiciones y sin ninguna circunstancia ajena a su voluntad, los tiempos que tardarían se distribuirían de la manera que se ilustra allí. Para simplificar la figura se agruparon los tiempos a intervalos de 4 segundos. Se verá que los trabajadores caen en los grupos indicados en el cuadro 16.
Como puede verse por el examen de los tiempos, 32,4 por ciento son inferiores a 46 segundos y 34,8 por ciento son superiores a 50 segundos. El grupo mayor (32,8 por ciento) se sitúa entre 46 y 50 segundos. Estaría justificado decir que, para estos 500 trabajadores, el tiempo medio de ejecución de la operación osciló entre 46 y 50 segundos, digamos 48. Entonces, 48 segundos será el tiempo invertido por el trabajador calificado « medio » en llevar a cabo la tarea en dichas condiciones. Pero tal vez no valga para ninguna otra fábrica: las empresas bien administradas, donde las condiciones de trabajo y los salarios son buenos, atraen y conservan a los mejores obreros, de modo que el tiempo medio de sus operarios tal vez sea inferior, digamos 44 segundos, mientras que el de los operarios menos expertos de fábricas peor administradas será mayor, tal vez 52 segundos.

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