Es sencillamente un tablero liso, generalmente de madera contrachapada o de un
material plástico apropiado, donde se fijan los formularios para anotar las
observaciones. Deberá ser rígido y de un tamaño mayor que el más grande de los
formularios que se utilicen. Puede tener un dispositivo para sujetar el cronómetro,
de modo que el especialista quede con las manos relativamente libres y vea
fácilmente el cronómetro.
Las personas que no son zurdas colocan habitualmente
el cronómetro en la parte superior derecha del tablero, que descansa en el
antebrazo izquierdo, con el borde inferior contra el cuerpo, y el índice o el mayor
de la mano izquierda listos para oprimir la corona cuando haya que ajustar el
cronómetro (véase la figura 95). Otros prefieren sujetar el cronómetro con
elásticos fuertes o tiras de cuero alrededor del anular y del mayor de la mano
izquierda.
Esos detalles dependen del gusto de cada uno ; lo importante es que el
cronómetro esté firmemente sujeto y se pueda consultar y manipular con facilidad.
También se debe fijar al tablero una pinza para papeles que sostenga los
formularios donde se hagan los apuntes.
Cuando el tamaño del tablero no corresponde al del antebrazo, el que lo usa
pronto se cansa. Por eso los especialistas prefieren mandarse hacer un tablero a
la medida, una vez que han comprobado con la práctica cuál es el tamaño que les
resulta más cómodo.
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