Las conclusiones a que hemos llegado son válidas siempre que podamos efectuar
el número de observaciones necesarias para lograr el nivel de confianza y la
precisión requeridos, y a condición de que las observaciones se hagan al azar.
Para asegurarnos de que las observaciones son efectivamente aleatorias
podemos utilizar una tabla de números aleatorios como la del cuadro 12. Existen
varios tipos de tablas de ese género, que pueden utilizarse de diferentes maneras.
En nuestro caso, supongamos que nuestras observaciones se llevarán a cabo
durante un turno de trabajo de ocho horas, de las 7,00 a las 15,00 horas. Una
jornada de trabajo de ocho horas tiene 480 minutos, que pueden dividirse en
48 períodos de diez minutos.
Podemos empezar escogiendo en la tabla un número al azar, por ejemplo,
cerrando los ojos y colocando la punta de un lápiz en algún lugar de la tabla.
Supongamos que en este caso hemos caído por pura casualidad en el número 11,
que se encuentra en el segundo bloque de la primera hilera vertical, cuarta
columna, cuarta línea (cuadro 12).
Seguidamente escogemos un número
cualquiera de 1 a 10. Supongamos nuevamente que hemos elegido el número 2;
bajando ahora por la columna, seleccionamos una cifra de cada dos y la anotamos,
como se indica a continuación (si hubiéramos escogido el número 3, deberíamos
seleccionar una cifra de cada tres, y así sucesivamente):
11 38 45 87 68 20 11 26 49 05
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