El tiempo que tardaba la máquina en acabar el fresado no variaba de ciclo a ciclo: estaba determinado por la regulación automática de la velocidad de avance y de la profundidad del labrado. Era, pues, muy fácil de calcular. En este estudio, el tiempo condicionado por la máquina empezaba al final del elemento A y acababa al terminar el elemento E, de modo que se podía deducir de las hojas de estudio restando el cronometraje de A del cronometraje de E.
Los resultados se tabularon debajo del epígrafe «TCM », a la derecha de la hoja de trabajo. Estos tiempos son, evidentemente, minutos efectivos, y no tiempos básicos.
Se observará que dos de los TCM se destacan por el círculo que los rodea. El especialista no señaló en sus apuntes que hubiera anomalías, y al examinar las cifras de los ciclos en que apare- cieron esos tiempos insólitos tampoco salta a la vista la explicación. Posiblemente el TCM más breve se haya debido a que el operario, que accionaba la máquina a mano antes de engranar el avance automático, haya demorado más que de costumbre en hacerlo sin que el analista lo notara.
A su vez, el TCM más largo del ciclo 17 puede deberse a que el operario no haya detenido la máquina con la rapidez habitual, también sin que se advirtiera la tardanza. Los dos tiempos con círculo alrededor se excluyeron del total de 13.05 minutos efectivos de tiempos condicionados por la máquina, de modo que ese total se dividió por 16, y no por 18, para sacar el promedio de TCM, o sea 0,816. En cuanto al elemento E, o sea el tiempo no ocupado, se restó del promedio de TCM el total de los tiempos básicos seleccionados de los elementos B, C y D (que corresponden a trabajo interior) y se obtuvo, como promedio del tiempo no ocupado, 0,257 minutos.
Al llegar a esta etapa de elaboración se acostumbra conservar la tercera decimal de los tiempos básicos seleccionados y proseguir los cálculos con ese grado de aproximación en la hoja de resumen y en la de análisis de los estudios.
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