Es mucho más corriente, sin embargo, sobre todo con ciclos breves, que el
suplemento íntegro por necesidades personales se deba utilizar fuera del ciclo.
En el ejemplo ya ilustrado del taladro, el ciclo, al durar sólo 1,36 minutos, no
deja, evidentemente, posibilidad alguna al obrero de utilizar dicho suplemento en
su transcurso.
Las cosas cambian un poco con el suplemento por fatiga. Es posible utilizar
instantes bastante breves de tiempo no ocupado para combatir la fatiga, a
condición de que el obrero pueda realmente aflojar los nervios y no tenga que
estar siempre alerta o con la atención fija en la máquina y de que disponga de un
asiento cerca.
Se admite que todo período que no pase de 0,50 minutos no se
puede contar como «respiro» y que todo período ininterrumpido igual o superior
a 1,50 minutos se puede considerar como tiempo útil para reponerse. Por
consiguiente, los períodos de 0,50 minutos o menos se descartan; para los
comprendidos entre 0,50 y 1,50 minutos lo corriente es calcular el tiempo
efectivamente utilizable en descansos restando 0,50 minutos de la duración real
del período y multiplicando el resultado por 1,5. A continuación figuran cuatro
ejemplos en que los períodos se sitúan entre 0,50 y 1,50 minutos:
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