Como se explica en el capítulo 14, la producción continua o en línea consiste en
operaciones en las que uno o unos pocos productos pasan por una secuencia de
operaciones para producir el producto o los productos acabados deseados. Sirvan
de ejemplo las industrias químicas, las plantas de fabricación de papel y pulpa y
las fábricas de cemento.
Cuando la empresa está fabricando un solo producto, la
planificación y el control de la producción consisten en la operación bastante
sencilla de asignar metas de producción por semana o diarias, partiéndose del
supuesto de que todas las máquinas utilizadas en el proceso están perfectamente
sincronizadas. El control de la producción indicará cualquier desviación de la
norma deseada y pondrá en marcha una intervención para adoptar medidas
correctivas.
Es bastante poco corriente que un único producto se traslade a través de una
línea de producción. Es más probable que unos pocos productos puedan competir
por la capacidad existente. La gama de productos podrá dificultar la planificación
y el control.
En una refinería de petróleo, por ejemplo, un aumento de las metas
de planificación con respecto a la gasolina entraña una reducción de la producción
de otros productos refinados como el gasoil o el queroseno. En varias operaciones
de la producción en línea, como los diversos productos comparten más o menos
el mismo recorrido, se realizan diariamente ajustes en el plan, según las
variaciones de la demanda de cada producto. En la figura 77 está representada
una secuencia de planificación simplificada con respecto a la producción en línea.
Cuando los productos son más de dos o tres, a los fines de planificación normal-
mente se emplean instrumentos más perfeccionados que utilizan programas
adecuados de computadora.
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