sábado, 24 de mayo de 2008

EL ESTUDIO DEL TRABAJO Y LOS SUPERVISORES (Parte II)

La procedencia profesional de los supervisores varía mucho según las regiones del mundo. En algunos países suele nombrarse supervisor al más antiguo entre los trabajadores calificados de la empresa. Por eso suele ser ya de edad madura y tener hábitos muy arraigados. Como la mayoría de los supervisores han ejercido su profesión u ocupación durante muchos años, no creen tener nada que aprender de quien no lleva mucho tiempo en la profesión.
Por consiguiente, es posible que el supervisor vea con malos ojos la entrada en el taller del especialista en estudio del trabajo, a no ser que esté preparado por una formación previa. Como los supervisores están más familiarizados que la dirección con el aspecto técnico del trabajo, y el estudio del trabajo les atañe mucho más, los cursos para ellos deberán ser más largos y minuciosos que los de la dirección. Deben saber bastante para ayudar a seleccionar los trabajos que se han de estudiar y para comprender los factores del caso si surgen conflictos sobre los métodos o las normas de tiempo. Por lo tanto, deberán conocer las técnicas principales del estudio de métodos y de la medición del trabajo, y loas situaciones y problemas a que pueden aplicarse. En general, los cursos para ellos deben ocupara la jornada completa y su duración no ser inferior a una semana. Debe ofrecérseles la oportunidad de hacer uno o dos estudios de métodos sencillos y medir el tiempo de una operación. Para el especialista en estudio del trabajo no tiene precio la ayuda de un supervisor que entienda y se entusiasme por lo que trata de hacer. Pasa a ser un poderoso aliado.
Para conservar la estima y el respeto del supervisor, el especialista en estudio del trabajo deberá mostrarle desde un principio que no trata de suplantarlo, y deberá observar los siguientes aspectos:
a. Nunca dar órdenes directamente a los trabajadores, sino siempre por intermedio del supervisor, con una sola excepción: cuando se trate del perfeccionamiento de métodos y el supervisor haya dicho al obrero que siga las instrucciones del especialista.
b. Deberá remitir siempre al supervisor a los obreros que lo consulten para que decida en cuestiones ajenas a la técnica del estudio del trabajo.
c. Nunca deberá permitirse delante de un obrero opiniones que puedan interpretarse como críticas al supervisor.
d. Nunca permitir que los obreros lo contrapongan al supervisor ni lo utilicen para hacerle modificar decisiones que juzguen demasiado severas.
e. Solicitar el asesoramiento del supervisor para elegir los trabajos que se estudiarán y para todos los asuntos técnicos relacionados con el proceso de fabricación, recordando que al supervisor le toca ocuparse de él día a día.

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