lunes, 29 de diciembre de 2014

LINEAMIENTOS PARA EL GASTO DE ENERGÍA Y PARA LA CARGA DE TRABAJO - VI

Bink (1962) propuso un límite de 5.33 kcal/min (21.3 Btu/min) para el consumo de energía aceptable en un día de trabajo de 8 horas. Este número corresponde a un tercio del consumo de energía máximo del hombre estadounidense promedio [en el caso de las mujeres, sería de 1/3 × 12 = 4 kcal/min (16 Btu/min)]. 
Si la carga de trabajo total es demasiado elevada (es decir, excede los límites recomendados), el metabolismo aeróbico podría no ser sufi ciente para proporcionar todos los requerimientos de energía y el trabajador debería depender de cantidades mayores de metabolismo anaeróbico, lo que le provocaría fatiga y la formación de ácido láctico. Por lo tanto, se debe proporcionar una sufi ciente recuperación para permitir que el cuerpo se restablezca de la fatiga y recicle el ácido láctico. Una pauta para la asignación de descanso fue desarrollado por Murrell (1965):
El valor de 1.33 kcal/min (5.3 Btu/min) es el consumo de energía durante el descanso. Considere el trabajo estresante que representa palear carbón en una tolva, que implica un gasto de energía de 9.33 kcal/min (37.3 Btu/min). Sustituyendo el valor W = 9.33 en la ecuación se obtiene R = 0.5. Por lo tanto, para proporcionar un tiempo adecuado para recuperarse de la fatiga, el trabajador necesitará permanecer en descanso aproximadamente la mitad del turno de 8 horas, es decir, 4 horas. La forma en la que se asigna el descanso también es importante. No tiene ningún sentido poner a un trabajador a laborar por 4 horas sin descanso a una velocidad de 9.33 kcal/min (37.3 Btu/min), esto es, exponerlo a sufrir de fatiga extrema y después darle un descanso de 4 horas. 
En general, la duración del ciclo de trabajo es la causa principal de que la fatiga aumente. Cuando se realiza trabajo pesado, el fl ujo sanguíneo tiende a ocluirse, lo que acelera aún más el uso de trayectorias anaeróbicas. Además, el proceso de recuperación tiende a ser exponencial, y los últimos momentos son los que menores benefi cios incrementales proporcionan. Por lo tanto, rachas cortas (de ½ a 1 minuto aproximadamente) de trabajo pesado combinado con periodos cortos de descanso proporcionan un máximo benefi cio. Durante periodos de ½ a 1 minuto, las fuentes de energía inmediatas de ATP y CP se agotan, pero pueden reabastecerse de manera muy rápida. Una vez que se acumula ácido láctico durante periodos de trabajo muy prolongados, se hace más difícil removerlo. Las micropausas de 1 a 3 segundos son de mucha utilidad ya que destapan cualquier vaso sanguíneo ocluido, y los descansos activos, durante los cuales el trabajador alterna el uso de sus manos y utiliza otros músculos, sirven para poner a descansar los músculos fatigados. También, es mejor que los trabajadores decidan el momento de tomar descansos cuando sientan la necesidad de ellos (a su ritmo) en contraste con los descansos prescritos (que dependen de la máquina). En resumen, se recomienda categóricamente el uso de ciclos trabajo/descanso cortos y frecuentes.

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