Además, las teorías actuales acerca de la toma de decisiones se centran alrededor de la conciencia situacional, la cual es una evaluación de todas las claves que se reciben del ambiente reinante.
Requiere de la integración de las claves o de la información en representaciones mentales que varían desde un esquema simple hasta modelos mentales complejos. Para mejorar la conciencia situacional, es necesario entrenar a los operadores para reconocer y considerar las claves apropiadas, encontrar inconsistencias dentro de las claves de la situación y analizar y resolver cualquier confl icto que afecte las claves o la situación. Las ayudas para la toma de decisiones, como las tablas simples de decisión (que se analizan en el capítulo 9) o sistemas expertos más complejos pueden ayudar en el proceso de la toma de decisiones. Asimismo, el despliegue de claves importantes, la eliminación de claves indeseables y el uso de técnicas espaciales y la integración de despliegues también pueden ser útiles en este proceso. Algunas de estas técnicas se analizarán en la sección titulada modalidades de despliegue.
La velocidad y difi cultad de la toma de decisiones y la selección de respuestas, como se analizó anteriormente, están infl uenciadas por muchos factores. Por lo general, los intentos por cuantificar este proceso se realizan a través de un experimento elección-tiempo de reacción, en el cual el operador debe responder a varios estímulos con las respuestas apropiadas (vea la fi gura 7.5a). Esto puede considerarse como la toma de decisiones simple y, con base en el sistema de procesamiento de información del ser humano, el tiempo de respuesta debe aumentar a medida que el número de estímulos alternos se incremente. La respuesta es no lineal (vea la fi gura 7.5b), pero cuando la complejidad de la decisión se cuantifi ca en términos de la cantidad de información que contiene en bits, la respuesta se hace lineal y se conoce como ley Hick-Hyman (Hick, 1952; Hyman, 1953; vea la fi gura 7.5c)
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