lunes, 30 de diciembre de 2013

Elaboración de datos tipo - III

C. Decidir el método de medición del tiempo, es decir, si se utilizará el cronometraje (sistemas macroscópicos) o un sistema NTPD como el MTM (sistemas microscópicos). Como ya se explicó, la naturaleza de la tarea y el costo de aplicación de cada sistema serán los principales factores determinantes. Si se escoge el estudio de tiempos con cronómetro deberá preverse suficiente tiempo de modo que se puedan hacer los cronometrajes necesarios para establecer datos fiables desde el punto de vista estadístico. 
D. Determinar los factores que pueden influir en el tiempo de cada elemento y clasificarlos en factores primordiales y secundarios. Tomemos un ejemplo sencillo: un trabajador que va de un lugar a otro. Si se calcula el tiempo para esta actividad, se verá que siempre hay variaciones en los resultados; ello se debe a diversos factores, algunos primordiales y otros que pueden considerarse secundarios. En este caso preciso pueden indicarse los siguientes:
Es evidente que en el tiempo de «andar» influirá ante todo la distancia recorrida, pero otros factores de menor importancia ejercerán también una pequeña influencia y podrán causar ligeras variaciones de un cronometraje a otro.

domingo, 29 de diciembre de 2013

Elaboración de datos tipo - II

Asimismo, puede resultar útil la adopción de un sistema de codificación para identificar los elementos, agruparlos en categorías y recuperarlos (en particular cuando se trata de un banco de datos informatizado). Conviene elegir un sistema mnemotécnico u otro sistema que facilite la identificación y, si fuera necesario, pueden utilizarse sufijos para indicar el valor de las variables (por ejemplo, PNT 10 para «pintura sobre una superficie de hasta 10 metros cuadrados»).
En los grandes sistemas de datos tipo, la codificación está organizada de modo jerárquico, es decir, compuesta de diferentes niveles. Los elementos básicos (e incluso los movimientos básicos) constituyen el nivel inferior. Las operaciones se componen de cierto número de elementos y las tareas, de cierto número de operaciones. El sistema de datos da la especificación de cada elemento (datos del primer nivel), con el tiempo correspondiente, y la especificación de la operación, a la vez que indica la frecuencia de cada elemento constitutivo. También da la especificación de cada tarea e indica la frecuencia de las operaciones que la componen. Cuando analiza un trabajo, el especialista comienza por descomponerlo en varias tareas. Si todas esas tareas están cubiertas por el sistema, puede calcular de inmediato el tiempo de trabajo sumando los tiempos de las diferentes tareas. (El tiempo de cada tarea resulta de la suma de tiempos de las diferentes operaciones que la componen, y el tiempo de cada operación resulta de la suma de tiempos de los elementos constitutivos.) 
Cuando un elemento o una frecuencia cambia, la modificación se registra en el sistema - modificación de la descripción o del tiempo del elemento, o de su frecuencia en la operación. En los sistemas informatizados, la modificación de un elemento repercute en los tiempos de todas las operaciones en las que este elemento interviene y en los tiempos de todas las tareas que comprenden estas operaciones. Sin embargo, la modificación de la frecuencia es propia de la operación y, por tanto, sólo tiene efecto sobre las tareas en donde se utiliza esa operación.

martes, 24 de diciembre de 2013

Elaboración de datos tipo - I

Para establecer datos tipo deben seguirse las etapas indicadas a continuación: A. Determinar el alcance o cobertura de los datos tipo. Como se acaba de indicar, la cobertura debería limitarse, dentro de la fábrica, a uno o varios departamentos o zonas de trabajo, o a una gama reducida de procesos (por ejemplo, los necesarios para fabricar un producto determinado), en los cuales se realicen tareas con varios elementos similares, ejecutados según el mismo método. B. Descomponer las tareas en elementos mediante el análisis de tareas. En este caso hay que tratar de identificar el mayor número posible de elementos comunes en las diversas tareas. Supongamos, por ejemplo, que en una planta de empaquetado de fruta el trabajador que se encuentra al final de la cadena está encargado de quitar las cajas de cartón de la cinta transportadora, estarcir en su cara superior el nombre y dirección del cliente y llevarlas hasta una plataforma de carga colocada cerca de allí. Esta operación puede descomponerse en elementos de varias maneras, pero si ei especialista en estudio del trabajo procede como se indica a continuación, descubrirá que varios de los elementos aparecen también en otras operaciones realizadas en la planta. 
La descomposición propuesta es la siguiente: 
□ alzar la caja de la cinta transportadora y colocarla en la mesa; 
□ colocar la plantilla de estarcido sobre la caja; 
□ estarcir con brea el nombre y la dirección del cliente, utilizando una brocha de lOcm; 
□ levantar la caja; 
□ llevar cargada la caja, y 
□ colocarla en la plataforma de carga. 
Los elementos «alzar y colocar !a caja» y «llevar cargada la caja» pueden aparecer en varias otras tareas en la fábrica, aunque no necesariamente de la misma manera. El tamaño y peso de la caja pueden variar según el tamaño y tipo de la fruta. Se trata de factores importantes que influirán en el tiempo de los elementos. Es más: el elemento «llevar cargada la caja» puede reaparecer, aunque la distancia recorrida quizá no sea la misma. Sin embargo, estas variaciones no deberían impedir al especialista en estudio del trabajo que recoja toda la información necesaria para establecer sus datos tipo. A medida que avancemos, yendo etapa por etapa, se irá aclarando el procedimiento.

lunes, 23 de diciembre de 2013

Consideraciones principales

Sin embargo, resulta dificil imaginar que se pueda llegar a cronometrar y almacenar para rnis adelante todos 10s elementos posibles de todas las tareas, cualesquiera que sean. Asi pues, puede concluirse que, en la prictica, es mejor limitar el numero de tareas para las cuales se establezcan datos tipo, concretBndose normalmente a uno o varios departamentos de la fiibrica, o a todos 10s procesos de fabricaci6n de un solo producto. De esta manera, el campo que se debe cubrir adquiere proporciones mis manejables. La fiabilidad de 10s datos puede aumentarse si antes del anilisis se agrupa el mayor nlimero posible de elementos comunes y ejecutados del mismo mod0 y si se somete a un especialista experimentado una cantidad suficiente de datos acumulados o recopilados sobre cada elemento. La fiabilidad puede aumentarse a6n mis asegurindose de que se han tenido en cuenta todos 10s factores que influyen en el elemento de que se trate. Por ejemplo, el tiempo empleado para transportar una plancha de cierto tamaiio variari segun se trate de una plancha rigida (por ejemplo, de metal) o flexible (por ejemplo, de caucho), y variari aun mis seg6n su peso : es evidente que no lleva el mismo tiempo transportar una plancha de hierro que una plancha de caucho alveolar o de cartbn, y que en cada caso el espesor tambi6n tendri su influencia. Por consiguiente, la descripci6n del elemento deberi ser lo mis precisa posible, con la indicaci6n de 10s diversos factores que influyen en el tiempo (en este caso, naturaleza del material, peso y espesor). Otro factor fundamental es la fuente de 10s datos de tiempos. LDeberia tratarse de tiempos cronometrados (seg6n un sistema que podria denominarse sistema << macroscbpico >> de determinaci6n de tiempos) o de tiempos basados en sistemas << microsc6picos >>, como 10s de normas de tiempo tip0 predeterminadas ? En ciertos casos la primera soluci6n puede resultar mis aceptable para 10s trabajadores, y algunas veces es mis econ6mica. Sin embargo, para ciertos elementos no siempre es posible tener registrado un n6mero de cronometrajes suficiente para que 10s datos Sean fiables. Pueden necesitarse varios meses, y hasta un aiio o mis, para acumular suficientes datos con ese metodo. Un sistema << microsc6pico >> como el MTM quizi permita abarcar mejor el campo estudiado, per0 su utilizaci6n esti condicionada por la experiencia que se tenga de 61 y por su aplicabilidad. Incluso en este caso hay que decidir si deben utilizarse sistemas detallados como el MTM-1 (mis precisos per0 costosos), o bien el MTM-2 o el MTM-3 (mis econ6micos per0 menos precisos). Los datos tip0 deben elaborarse teniendo debidamente en cuenta las necesidades de 10s usuarios. Aunque es cierto que son utilisimos para una multitud de aplicaciones (entre las cuales la planificaci6n de la producci6n, el cilculo de 10s costos, la remuneraci6n por rendimiento y el control presupuestario), el <>q ue admiten 10s usuarios en cuanto a la base en que se apoyan 10s datos varia considerablemente; por ejemplo, las exigencias de la planificaci6n de la producci6n permiten tolerar una desviaci6n potencial de 10s datos tip0 mucho mayor que 10s sistemas de primas individuales. Dada la imposibilidad de establecer una serie de datos tipo diferente para cada usuario, es precis0 constituir un sistema que corresponda a1 miximo a las necesidades de todos.

domingo, 22 de diciembre de 2013

Datos tipo

Muchas de las operaciones que se realizan en una fábrica tienen varios elementos comunes. El elemento «andar» o «caminar», por ejemplo, forma parte de numerosas tareas. Actividades distintas como pintar, manipular o trabajar en una obra de construcción comprenden invariablemente un elemento «andar». Al establecer los tiempos de dichas actividades, de hecho, el mismo elemento común se cronometra muchas veces. Por consiguiente, la labor de! especialista en estudio del trabajo sería mucho más fácil si dispusiera de un conjunto de datos que le permitieran determinar rápida y fácilmente los tiempos tipo de tales elementos, sin tener necesariamente que cronometrarlos uno por uno. Si, por ejemplo, se pudiera hallar en una tabla el tiempo tipo para el elemento específico «andar», no sólo se ahorrarían dinero y energías, sino que también se obtendría una mayor coherencia en las estimaciones de los tiempos. 
Son evidentes, por lo tanto, las ventajas de establecer un banco de datos tipo para los diversos elementos que aparecen repetidamente en el lugar de trabajo. Si hubiera datos fiables de ese género para una amplia gama de elementos no sería necesario efectuar un estudio de tiempos para cada nueva tarea: descomponiendo la tarea en elementos, y buscando en el banco de datos los tiempos normales de cada elemento podría calcularse el tiempo total necesario para ejecutar la nueva tarea, y se determinaría su tiempo tipo sumando los correspondientes suplementos de tiempo en la forma acostumbrada.

viernes, 20 de diciembre de 2013

MOVIMIENTOS DEL CUERPO, PIERNA Y PIE' - II

miércoles, 18 de diciembre de 2013

miércoles, 11 de diciembre de 2013

DESMONTAR - D (DISENGAGE)


miércoles, 4 de diciembre de 2013

SOLTAR - RL (RELEASE)

miércoles, 27 de noviembre de 2013

POSICIONAR* - P (POSITION)'

miércoles, 20 de noviembre de 2013

ASlR - G (GRASP)

martes, 12 de noviembre de 2013

MOVIMIENTOS DEL CUERPO, PIERNA Y PIE' - I

lunes, 2 de septiembre de 2013

II. MOVER — M (MOVE)

Gráfica: II. MOVER — M (MOVE)

Datos de aplicación del sistema MTM en tmu (pesos y medidas en unidades métricas decimales)

Gráfica_ Datos de aplicación del sistema MTM en tmu (pesos y medidas en unidades métricas decimales)

domingo, 1 de septiembre de 2013

Hoja de análisis MTM-2; montaje de la base

sábado, 31 de agosto de 2013

Los sistemas NTPD y otras técnicas más generales

Al llegar a este punto, la naturaleza y utilidad de los sistemas NTPD deberían haber quedado razonablemente claras. Si un especialista en estudio del trabajo tiene la intención de especializarse en MTM, por ejemplo, deberá poseer una formación completa en los sistemas MTM-1 y MTM-2, así como en todas las demás técnicas descritas en esta obra. En los casos más generales, en que probablemente le corresponda ocuparse tanto del estudio del trabajo como de otras tareas (por ejemplo, planificación y control de la producción, combinación muy corriente en las pequeñas empresas, especialmente en los países en desarrollo), quizá le baste una formación en el sistema MTM-2. Sin embargo, es de la mayor importancia que el especialista no olvide que la técnica NTPD es un instrumento de alta precisión. Antes de acometer estudios de gran minuciosidad, debería haber visto lo que puede hacerse con sistemas más generales y sencillos. En las empresas donde todavía no se ha introducido la práctica del estudio del trabajo, reflexionando con inteligencia se descubren habitualmente medios para lograr considerables mejoras iniciales en la productividad.

viernes, 30 de agosto de 2013

Visualización - Gráfica 2

jueves, 29 de agosto de 2013

Visualización - Gráfica 1

miércoles, 28 de agosto de 2013

Visualización

Cuando el especialista en estudio del trabajo no tiene oportunidad de observar efectivamente el ciclo de trabajo, por ejemplo cuando está ideando un nuevo método de trabajo o previendo varios entre los cuales elegir mientras estudia una tarea existente, está obligado a imaginar, a visualizar mentalmente, los movimientos que se requerirían. Las figuras 129 y 130 presentan un ejemplo de un problema de NTPD que puede resolverse por visualización de los diferentes movimientos requeridos, como se deduce de la figura 131. La aptitud para visualizar los esquemas de movimientos depende de la inteligencia y experiencia práctica del especialista. 
Cuanto más familiarizado esté con el estudio del trabajo, tanto más rápidamente podrá imaginarse los movimientos necesarios para tomar y montar piezas, así como visualizar los movimientos fáciles y los que son difíciles de ejecutar simultáneamente. Para idear métodos de trabajo puede ser útil disponer de un laboratorio de métodos. Sin embargo, al efectuar un análisis de movimientos hay que proceder con cautela, del mismo modo que al estudiar los tiempos tipo. Los experimentos con los nuevos métodos probablemente sean realizados por el propio especialista en estudio del trabajo o por sus colegas, y es importante que tengan presente que sus resultados serán por lo general muy inferiores a los que lograrán los trabajadores. Incluso cuando colabora en el experimento de laboratorio un auténtico trabajador, ejecutará el ciclo de trabajo desconocido con menos eficacia que cuando esté en las condiciones normales del taller una vez que haya adquirido suficiente práctica. 
En ambos casos, para hallar un método de taller correcto deberán aplicarse las reglas de concepción del trabajo, particularmente las relativas a las posibilidades de combinación de movimientos que pueden esperarse de un trabajador medio con experiencia. Es precisamente en el proceso de concepción del trabajo donde cl especia- lista que decide utilizar, por ejemplo, un sistema MTM-2 cosechará los frutos de haber recibido formación completa en cl sistema MTM-1 detallado, que es el que sirvió de base al MTM-2. Como mínimo, debe entender bien los detalles de clasificación del MTM-1, los movimientos básicos que componen los movimientos del MTM-2 y las reglas que rigen las posibilidades de combinar los movimientos básicos, en especial con respecto a las oportunidades de adquirir práctica, al campo de visión normal y a la dificultad de manipulación. 
Con estos conocimientos sabrá, por ejemplo, que si proyecta poner a disposición del operario cajas de herramientas sin compartimentos, se necesitará un GC con cada mano. Sabrá que ni siquiera los trabajadores más capaces pueden ejecutar semejantes movimientos simultáneamente, porque cada uno supone una especie de minuciosa búsqueda y selección, puesto que los objetos están entreverados. Asimismo, sabrá que unas clavijas redondas de ajuste holgado pueden colocarse en agujeros redondos con ambas manos a la vez, siempre que el puesto de trabajo haya sido proyectado de tal manera que los objetos estén dentro del campo de visión normal, conforme a lo dicho bajo el acápite EMPLEAR LOS OJOS. Las reglas dan muchas indicaciones de ese género.

martes, 27 de agosto de 2013

Suplementos y tiempos de las tareas

Con los sistemas NTPD del tipo del MTM-2 no existen problemas de valoración porque los tiempos ya han sido valorados de una vez para siempre. Lo único que hay que hacer es sumar los tiempos de los movimientos e inscribir los totales en la hoja de resumen del estudio. Si los tiempos deben presentarse según la escala 100 del BSI, y no de la MTM, el total de tmu de la hoja de resumen debería multiplicarse por 0,83. (Esto significa que si los tiempos se expresan en minutos tipo, el total de tmu puede dividirse por 2000.) 
Debería quedar sentado que la relación entre dichas escalas sólo vale para los totales de tiempos y de ninguna manera para los tiempos de los respectivos movimientos indicados en la taijeta de datos MTM. Seria un error grave convertir los tiempos de movimientos individuales, dado que éstos no se mejoran de modo uniforme cuando se obtiene una abreviación del tiempo de un ciclo. Los tiempos de los movimientos en los que poco influye el control de quien los hace (por ejemplo, GA y PA) sólo mejoran ligeramente en comparación con los tiempos correspondientes a movimientos muy complejos (por ejemplo, GC y PC). Sin embargo, el problema es mucho más complicado de lo que parece, pues cuando se examinan niveles diferentes de ejecución también se necesitan series diferentes de combinaciones de movimientos. Los usuarios de MTM más perfeccionados, como los de los países escandinavos, prefieren establecer los valores según la escala 100 de MTM. En cuanto a los suplementos por descanso y demás suplementos, se añaden exactamente del mismo modo que en el estudio de tiempos para establecer el tiempo total de una tarea.

lunes, 26 de agosto de 2013

Descomposición en elementos

En los sistemas NTPD, la división de la operación en elementos de trabajo sigue los mismos principios que en el estudio de tiempos. De ser necesario, la fragmentación puede incluso ser mucho más acentuada, puesto que no existe la dificultad de cronometrar los elementos cortos. Además, los cortes pueden cambiarse fácilmente y sin necesidad de cronometrar nuevamente el ciclo de trabajo. El cuadro 23, que presenta un ciclo de trabajo muy corriente - colocar una tuerca y una arandela en un perno ilustra dicha flexibilidad. Por ejemplo, si al cambiar de método se elimina la necesidad de la arandela, los correspondientes movimientos (GC30, PC30, PA5) y tiempos (56 tmu) pueden fácilmente suprimirse del análisis. Los giros de los dedos también pueden separarse rápidamente de los giros de la llave inglesa, y hasta de las acciones de montaje y giros subsiguientes.

domingo, 25 de agosto de 2013

Registro de la información acerca de la tarea

Al registrar la información sobre la tarea conviene recordar que la distancia constituye una variable significativa en los sistemas NTPD. Por lo tanto, los planos de la disposición del lugar de trabajo deberían trazarse exactamente a escala, porque así se podrá juzgar o comprobar la longitud de los movimientos indicados en los análisis.

sábado, 24 de agosto de 2013

Selección del trabajador

Al igual que en el estudio del trabajo, cuando se efectúa un análisis de NTPD es preferible que el trabajador que se observe sea una persona con sentido de la cooperación y un buen nivel medio de competencia. Los operarios excepcional- mente rápidos o anormalmente lentos, que resultan difíciles de valorar para los especialistas en estudio de tiempos, crean iguales problemas a los analistas de NTPD. El trabajador supercalifícado combina y empalma sus movimientos de una manera que supera las posibilidades del obrero «promedio»; el trabajador anormalmente lento o mal dispuesto hará los movimientos uno tras otro, titubeando y empleando una sola mano a la vez, mientras que el obrero «promedio» los ejecutará simultáneamente y sin tropiezos. Las reglas y tablas de combinaciones de los movimientos del sistema MTM, como las de otros sistemas (por ejemplo, el sistema factor trabajo), indican efectivamente cómo adaptar el esquema de movimientos observado al aplicable a un buen trabajador «promedio»; sin embargo, este trabajo suplementario puede evitarse eligiendo con tino desde el principio al trabajador que se observará. Naturalmente, un analista de NTPD con mucha experiencia puede también estudiar con provecho las ejecuciones óptimas y pésimas: las primeras pueden dar ideas de la manera como se debería formar a todos los trabajadores a fin de que alcancen un nivel de ejecución superior a la media, y las otras tal vez hagan ver dónde se encuentran las dificultades y qué posibilidades hay de eliminarlas con una formación complementaria.

viernes, 23 de agosto de 2013

Aplicación de sistemas NTPD

Los sistemas NTPD pueden aplicarse principalmente de dos formas: 
1) por observación directa (o registrada en película o en cinta de vídeo) de los movimientos realizados por el trabajador; 
2) por visualización mental de los movimientos requeridos para llevar a cabo el trabajo con un método nuevo o diferente. Al utilizar uno de los sistemas NTPD, por ejemplo el MTM-2, para la observación directa, la manera general de proceder no difiere mayormente de la que se emplea para efectuar un estudio de tiempos (véase capítulo 20). De hecho, una persona que posea experiencia en los estudios de ese tipo — con sus correspondientes aspectos: selección del trabajo, relación entre el estudio de tiempos y los trabajadores, registro de la información acerca de la tarea, descomposición de la tarea en elementos, cálculo de suplementos, determinación de tiempos totales de las tareas — tiene una buena base para convertirse en un excelente experto en NTPD. La principal diferencia de proceder es que el analista, al llegar a la fase en que debe cronometrar y valorar el ciclo de trabajo, efectúa en cambio un análisis MTM-2 y anota en su hoja los tiempos de los movimientos que indica la tarjeta de datos del MTM-2. El cálculo de los suplementos, la compilación de la documentación y la determinación de los tiempos de las tarcas se efectuarán luego en forma muy similar a la del estudio de tiempos. Si se puede utilizar el mismo tipo de hojas de resumen, mejor todavía. Para resumir la información consignada en las hojas de análisis MTM-2 pueden adaptarse la hoja de resumen del estudio (figura 103) y el formulario de estudio para ciclo breve (figuras 101 y 102).

jueves, 22 de agosto de 2013

Necesidades de formación

En la subsccción precedente se han esbozado las características esenciales del sistema MTM-2. Sin embargo, para poder dominarlo, el futuro analista deberá seguir un período de verdadera formación, de dos semanas como mínimo, sobre la teoría y práctica del MTM-2, y luego otro período de aplicación práctica en el taller bajo la supervisión de un instructor en MTM. El candidato que ya practique con competencia el estudio del trabajo debería alcanzar una capacidad razonable para utilizar el MTM-2 con un mes, aproximadamente, de práctica bajo vigilancia. El sistema MTM-1, en cambio, requerirá un período de formación más largo. Es conveniente que una parte de la formación se lleve a cabo en una fábrica donde ya se apliquen sistemas MTM. En efecto, todo principiante adquiere rápidamente confianza en sí mismo si descubre que los resultados de sus propios análisis concuerdan con las normas establecidas en la fábrica. Es muy difícil que se pueda aprender a utilizar debidamente el sistema MTM sin supervisión. La mayor parte de los cursos concluye con un examen durante el cual cada participante debe medir un trabajo, en ocasiones a partir de un registro filmado, y el participante podrá utilizar el sistema en cuestión, en calidad de consultor, sólo si aprueba dicho examen.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Utilización de sistemas NTPD - VI

□ INCLINARSE Y LEVANTARSE (B)
INCLINARSE Y LEVANTARSE consiste en bajar y luego subir el tronco. La acción INCLINARSE Y LEVANTARSE empieza: con el movimiento del tronco hacia adelante a partir de una posición vertical; comprende: el movimiento del tronco y de otros miembros del cuerpo para que la posición de este último cambie en sentido vertical, de modo que las manos lleguen hasta las rodillas, o por debajo de ellas, y el subsiguiente movimiento para volver a la posición vertical; termina: con el cuerpo en posición vertical. El criterio para decidir si el movimiento corresponde a INCLINARSE Y LEVANTARSE es que el trabajador pueda alcanzar un punto situado debajo de las rodillas, y no que lo haga realmente. Arrodillarse sobre ambas rodillas debería clasificarse como 2B.

HACER GIRAR (C)
HACER GIRAR es un movimiento que tiene por finalidad desplazar un objeto la mano o el dedo siguiendo una trayectoria circular de más de 180 grados. La acción HACER GIRAR empieza: con la mano sobre el objeto; comprende: todos los movimientos de traslado necesarios para mover el objeto siguiendo una trayectoria circular; termina: con la mano sobre el objeto después de una vuelta o revolución completa.Al clasificar un movimiento de HACER GIRAR deben tenerse en cuenta dos variables: 
1) el número de revoluciones; 
2) cl peso o resistencia. El valor de tiempo de 15 tmu por revolución puede utilizarse para cualquier diámetro de giro, y se aplica tanto a los giros continuos como a los intermitentes. HACER GIRAR corresponde a los movimientos que siguen una trayectoria circular, independientemente de que el eje del giro sea perpendicular o no al plano de rotación. El número de revoluciones debe redondearse al número entero más próximo. 
El peso o resistencia influye sobre el tiempo requerido para mover un objeto. Las reglas para añadir GW y PW a los movimientos PONER también se aplican a HACER GIRAR. PW se aplica a cada revolución, ya sea continua o intermitente. GW se aplica solamente una vez cuando se trata de una serie continua de revo- luciones, y a cada revolución cuando hay intermitencias. En HACER GIRAR no se incluyen los movimientos correctivos como en PONER. Si al poner un objeto en el lugar previsto se producen movimientos correctivos, deberá asignarse un PONER suplementario. Ejemplo de C: dar una vuelta completa a un volante.

martes, 20 de agosto de 2013

Utilización de sistemas NTPD - V

MOVER EL PIE (F) 
MOVER EL PIE es hacer un movimiento limitado del pie o de la pierna sin 5 la finalidad de mover el cuerpo. La acción MOVER EL PIE empieza: con el pie o la pierna en posición de descanso; comprende: un movimiento que no supere 30 cm, articulado en la cadera, la rodilla o el empeine; termina: con el pie en otro lugar. Para juzgar si la acción estudiada corresponde a MOVER EL PIE, se aplica un modelo de decisión que distingue MOVER EL PIE de DAR UN PASO (véase a continuación).

  □ DAR UN PASO (S) 
DAR UN PASO es: un movimiento de la pierna que tiene por objeto desplazar el cuerpo; o bien: un movimiento de la pierna de más de 30 cm. La acción DAR UN PASO empieza: con la pierna en posición de descanso; comprende: ya sea: un movimiento de la pierna que tiene por objeto hacer desplazar el tronco; o bien: un movimiento de la pierna de más de 30 cm; termina: con la pierna en otro lugar. DAR UN PASO se distingue de MOVER EL PIE conforme al siguiente modelo de opción:
Para evaluar la acción de caminar se cuenta el número de veces que el pie pisa el suelo.
Ejemplo de F: apretar el acelerador de un automóvil con el pie.
Ejemplo de S: dar un solo paso a un lado para que el brazo pueda llegar más lejos.

lunes, 19 de agosto de 2013

Utilización de sistemas NTPD - IV

□ PONER PESO (PW)
PONER PESO es un complemento que se añade al movimiento PONER cuando el peso del objeto movido lo exige. La acción PONER PESO empieza: cuando se inicia el traslado; comprende: el tiempo añadido, por encima del tiempo de la acción PONER, para compensar las diferencias en el tiempo requerido para mover a la misma distancia objetos pesados y ligeros; termina: al acabar cl traslado. El PW se asigna cuando la resistencia al movimiento supera 2 kg por mano. Los pesos se calculan como para RECOGER PESO. Entre 2 kg y 5 kg se asigna 1 tmu y se utiliza cl símbolo PW 5; entre 5 kg y 10 kg se asignan 2 tmu y se utiliza el símbolo PW 10, y así sucesivamente.

□ RE ASIR (R)
REASIR es la acción de la mano que tiene por finalidad cambiar la manera de asir un objeto. La acción REASIR empieza: con el objeto en la mano; comprende: el reajuste de los músculos de dedos y mano sobre el objeto; termina: siempre con el objeto en la mano pero en distinta posición. Cada acción REASIR consta sólo de tres movimientos fraccionarios. Los reajustes musculares efectuados mientras se aplica presión van inclui- dos en la acción APLICAR PRESION. Por consiguiente, nunca debería asignarse un REASIR en combinación con un APLICAR PRESION. Si la mano deja de apresar el objeto y luego lo vuelve a tomar, la acción realizada será RECOGER y no REASIR. Ejemplo de R: cambiar un lápiz de posición en la mano para empezar a escribir.

□ EMPLEAR LOS OJOS (E) 
EMPLEAR LOS OJOS es una acción que tiene por objeto: ya sea: reconocer una característica fácilmente distinguible de un objeto; o bien: desplazar el eje de visión hacia un nuevo campo visual. La acción EMPLEAR LOS OJOS empieza: cuando deben cesar las demás acciones porque debe reconocerse una característica de un objeto; comprende: ya sea: el reajuste muscular del cristalino y los procesos mentales requeridos para reconocer una característica distinguible de un objeto; o bien: el movimiento de los ojos efectuado para desplazar el eje de visión hacia un nuevo campo visual; termina: cuando puedan reanudarse las demás acciones. Con un solo enfoque visual se cubre una superficie de 10 cm de diámetro a 40 cm de los ojos. El tiempo de reconocimiento que se cuenta basta solamente para una simple decisión binaria. Ejemplo de E: determinar si una moneda muestra cara o cruz.

domingo, 18 de agosto de 2013

Utilización de sistemas NTPD - III

□ RECOGER PESO (GW)
RECOGER PESO es la acción requerida para que los músculos de la mano y del brazo levanten el peso que representa un objeto. La acción RECOGER PESO empieza: al acabar de asir el objeto; comprende: la fuerza muscular necesaria para obtener el dominio total del peso del objeto; termina: cuando el objeto está suficientemente dominado para que se lo pueda desplazar. RECOGER PESO es cl acto que se ejecuta después de que los dedos se han cerrado sobre el objeto en la precedente acción de RECOGER, y es indispensable para que pueda haber traslado de cualquier género. Cuando el peso o la resistencia es inferior a 2 kg por mano no se asigna ningún GW. Cuando la resistencia supera 2 kg se asigna 1 tmu por cada kilogramo, incluidos los dos primeros.
U PONER (P)
PONER es una acción que tiene por finalidad principal trasladar un objeto hasta su destino con la mano. La acción PONER empieza: cuando el objeto está asido y dominado en cl lugar inicial; comprende: todos los movimientos de traslado y corrección necesarios para colocar el objeto; termina: con el objeto todavía asido en el lugar previsto. Se opta entre las tres clases de la acción PONER conforme a las siguientes variables: 1) necesidad de emplear movimientos de corrección; 2) distancia recorrida; 3) peso del objeto o resistencia al movimiento. La clase de PONER se determina conforme al siguiente modelo de opción:
Ejemplo de PA: apartar un objeto. Ejemplo de PB: poner una esfera de 12 mm en un agujero de 15 mm de diámetro. 
Ejemplo de PC: introducir una llave yale o similar en una cerradura. Es poco probable que se confunda una corrección con un PA corto. La corrección es un movimiento involuntario muy corto en el punto terminal; un PA es un movimiento deliberado, por lo genera! de distancia fácilmente perceptible. La distancia del movimiento se determina en forma análoga a la de RECOGER. Cuando una corrección precede a un montaje de piezas y la distancia es superior a 2,5 cm, se cuenta un PONER adicional.

sábado, 17 de agosto de 2013

Utilización de sistemas NTPD - II

Categorías del sistema MTM-2
□ RECOGER (G)
RECOGER es una acción que tiene por objeto predominante dirigir la mano o los dedos hacia un objeto, asirlo y seguidamente soltarlo. La acción RECOGER empieza: al estirar la mano hacia el objeto; comprende: los actos de aproximar la mano, dominar el objeto y seguidamente dejar de dominarlo; termina: cuando se suelta el objeto. Se opta entre las tres clases de la acción RECOGER conforme a las siguientes variables: 1) necesidad de emplear el movimiento para asir; 2) distancia recorrida; 3) peso del objeto o resistencia al traslado. La clase de RECOGER de que se trate se determina conforme al siguiente modelo de opción:
Ejemplo de GA: apoyar la palma de la mano sobre el lado de una caja para empujarla al otro lado de la mesa. Ejemplo de GB: recoger de una mesa un objeto fácil de manipular, como un cubo de 2 cm de lado no rodeado por otros objetos. Ejemplo de GC: tomar entre los dedos el borde de una página de libro para pasarla. La distancia constituye una variable principal en RECOGER, y puede pertenecer a cinco clases. Las distancias se determinan según los limites superiores de las clases, que son 5, 15, 30, 45 y más de 45 cm. El símbolo 80 se asigna a la clase más alta. Las distancias se calculan por la trayectoria de la mano, de la cual se resta la ayuda que pueda haber prestado el cuerpo.

viernes, 16 de agosto de 2013

Utilización de sistemas NTPD - I

El sistema que más probablemente utilice el especialista en estudio del trabajo es el MTM-2, que está compuesto por las categorías expuestas a continuación, explicadas detalladamente en la próxima subsección:
El sistema MTM-2 consta de normas de tiempo que van de 3 a 61 tmu. Dichos tiempos están indicados en la tarjeta de datos reproducida en el cuadro 22. Como ya se ha indicado anteriormente, una tmu equivale a 1/100000 de hora.

jueves, 15 de agosto de 2013

Diferentes sistemas NTPD - III

Otras consideraciones 
Los sistemas NTPD poseen algunas características fundamentales que son mucho menos fáciles de definir y comparar que los aspectos examinados en las sub- secciones precedentes. Como ejemplo se pueden citar la precisión y exactitud de los datos, la velocidad de aplicación, las posibilidades de descripción de los métodos y el tiempo de aprendizaje. La comparación de estas características se ve dificultada por la falta de información fidedigna y detallada y, en cierta medida, por la falta de criterios comúnmente aceptados.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Diferentes sistemas NTPD - II

Clasificación de los movimientos 
Los sistemas NTPD dan indicaciones sobre los ciclos de trabajo manual expresando la información en función de movimientos humanos básicos. Ahora bien, los criterios para clasificar dichos movimientos difieren. En términos generales, hay dos grupos fundamentales: □ Clasificación ligada al objeto, í ! Clasificación ligada al comportamiento. La clasificación ligada al objeto es la que se utiliza en la mayoría de los sistemas NTPD (entre ellos los de factor trabajo, tiempos de movimientos dimen- sionales y MTM-1) y virtualmente en todos los sistemas de datos relacionados con los principales grupos ocupacionales o concebidos expresamente para una fábrica. En los sistemas basados en el objeto es posible que se señalen las características de las piezas (por ejemplo, asir un objeto de 6 x 6 x 6 mm) o la naturaleza de las condiciones ambientales (por ejemplo, estirar el brazo hacia un objeto entreverado con otros, o estirar el brazo hacia un objeto chato colocado sobre una superficie plana). A pesar de todo, esta clasificación no está totalmente ligada al objeto, puesto que los movimientos como «soltar» o «desmontar» se definen en función del comportamiento. Contrariamente a la mayoría de los sistemas, el MTM-2 utiliza solamente conceptos de comportamiento. Lo mismo puede decirse de los sistemas MTM-3 y Master Standard Data, así como de otros sistemas menos conocidos. En estos sistemas ligados al comportamiento los movimientos se clasifican según la impresión visual que causan al observador: por ejemplo, el movimiento de una mano vacía que recorre una distancia de 5 a 15 cm, seguido de un gesto para asir cerrando simplemente los dedos, corresponde al movimiento RECOGER en el sistema MTM-2.
Unidades de tiempo 
No hay dos sistemas NTPD que tengan la misma serie de valores de tiempo. Ello se debe en parte a que los diversos sistemas comprenden diferentes clases de movimientos y, por consiguiente, los tiempos se refieren a cosas diferentes. Tam- bién puede variar la unidad básica elegida (fracción de segundo, minuto u hora), y en algunos casos suelen añadirse los suplementos por contingencias a los tiempos de los movimientos, mientras que en otros no. Una última diferencia fundamental proviene del nivel de ejecución implícito en los datos de tiempos: los métodos adoptados para uniformar, normalizar o establecer el promedio de los tiempos de los movimientos no son los mismos; por consiguiente, los tiempos de los sistemas NTPD se clasifican en dos grupos: los sistemas de factor trabajo (Work Factor) expresan cl tiempo en minutos, mientras que los sistemas MTM, por el contrario, se expresan en unidades de medida del tiempo (tmu) que representan 1/100000 de hora o 1/28 de segundo. Los tiempos de los sistemas MTM, derivados principalmente del análisis de películas sobre una amplia variedad de operaciones industriales (empleando el método de contar cl número de fotogramas o imágenes que ocupa cada movimiento), se estandarizaron según el sistema «Westinghouse» o de «nivelación». Se considera que los tiempos establecidos son los logrados por un operario experimentado, de calificación media, que ejecuta el trabajo con una regularidad y un esfuerzo también medios y en condiciones ambientales normales. Así pues, el nivel de ejecución 100 del MTM es algo inferior al nivel 100 del Instituto Británico de Normas (BSI). Según lo dicho públicamente por la Asociación de MTM y el Instituto de Expertos en Estudio del Trabajo del Reino Unido (United Kingdom Institute of Work Study Practitioners), el nivel 100 MTM equivale al 83 del BSI5.

martes, 13 de agosto de 2013

Diferentes sistemas NTPD - I

El especialista en estudio del trabajo probablemente vaya conociendo toda una serie de sistemas NTPD distintos; por lo tanto, será útil que sepa cuáles son los principales aspectos en que se distinguen unos de otros. Las diferencias atañen a los niveles y campo de aplicación de los datos, a la clasificación de los movimientos y a las unidades de tiempo. 
Niveles de los datos La figura 128 ilustra los niveles de aplicación de los datos mediante los sistemas internacionales oficiales MTM: MTM-1, MTM-2 y MTM-3. El primer nivel comprende los movimientos SOLTAR, ESTIRAR BRAZO, ASIR, TRASIADAR, COLOCAR y SOLTAR. En el segundo nivel estos movi- mientos están combinados: en el MTM-2, por ejemplo, los movimientos son RECOGER y PONER. En el tercer nivel los movimientos se han combinado aún más en MANIPULAR, para dar una descripción del ciclo completo de trabajo. A partir del tercer nivel todavía no existen reglas totalmente definidas, y los métodos de clasificación varían según el sector de actividad a que se destinan los datos. 
Campo de aplicación de los datos Los sistemas NTPD varían en cuanto al número y extensión de sus campos de aplicación. Es difícil dar una explicación exacta de este concepto, pero en el cuadro 21 se intenta aclararlo un poco.
En primer lugar, existen sistemas de aplicación universal, que abarcan todos los sectores de actividad. Es el caso de los datos relativos a los movimientos incluidos en los niveles MTM-1,2 o 3, así como de los sistemas de factor trabajo. En segundo lugar, existen datos relacionados con una ocupación principal, por ejemplo trabajos de oficina, de mantenimiento o ciertos tipos de trabajos de producción. Pueden citarse los datos «patrón» para las oficinas (Master Clerical Data) y el MTM-V, de la Asociación Sueca de MTM, para los talleres de máquinas. Por último, está la categoría menos general: los sistemas ideados especialmente para determinadas fábricas o departamentos. Estos últimos no pueden transferirse sin revalidarlos antes con un estudio del nuevo caso de aplicación.

lunes, 12 de agosto de 2013

Inconvenientes de los sistemas NTPD - Gráfica

domingo, 11 de agosto de 2013

Inconvenientes de los sistemas NTPD - II

Una de las críticas contra estos sistemas se basa en una interpretación demasiado literal del supuesto básico de Segur citado anteriormente. En realidad, Segur no se refiere a tiempos constantes absolutos. Los tiempos indicados en las tablas de NTPD son promedios, cuyos márgenes son lo bastante pequeños como para ser descartados en todos los casos prácticos. 
Otra crítica corriente es que el método de sumar los tiempos correspondientes a pequeños movimientos individuales, según lo imponen los sistemas NTPD, está viciado, porque el tiempo necesario para ejecutar un movimiento específico está condicionado por el movimiento que lo precede y el que lo sigue. Sin embargo, no es justo criticar los más importantes sistemas NTPD con ese argumento, ya que sus creadores no sólo admitieron claramente tales correlaciones, sino que también previeron disposiciones especiales para que se mantuvieran las correlaciones fundamentales. 
En el caso del sistema MTM, por ejemplo, ese resultado se logró estableciendo subdivisiones de las principales categorías de movimientos y elaborando definiciones y reglas de aplicación especiales para respetar los empalmes. Las correlaciones también se vigilan en los sistemas simplificados, como el MTM-2. Se ha afirmado igualmente que la dirección del movimiento influye en el tiempo - por ejemplo, que lleva más tiempo recorrer la misma distancia en dirección ascendente que descendente - y que no hay ningún sistema NTPD que tenga en cuenta esta variable. 
Los expertos en sistemas MTM admiten que la dirección del movimiento es una variable importante, pero argumentan que en un mismo ciclo de trabajo el operario no efectuará sólo movimientos ascendentes, centrífugos con relación a su cuerpo y en sentido contrario a las agujas del reloj, sino que efectuará también movimientos descendentes, centrípetos y en el sentido de las agujas del reloj, por lo cual se justifica el empleo de valores medios.

sábado, 10 de agosto de 2013

Inconvenientes de los sistemas NTPD - I

Dada la utilidad de los sistemas NTPD, es sorprendente que hayan necesitado tanto tiempo para convertirse en parte integrante de la práctica corriente del estudio del trabajo. La principal razón probablemente sea la multiplicidad y variedad de los sistemas que se han ideado, así como el hecho de que algunos sólo pudieran obtenerse contratando consultores de dirección. Hoy en día existen más de doscientos sistemas, y esta proliferación ha provocado descontento entre los jefes de empresa, los sindicalistas y los especialistas en estudio del trabajo.
Además, todos estos sistemas son en sí bastante complicados y difíciles de aprender, de modo que el especialista en estudio del trabajo necesitará mucha práctica antes de poder aplicarlos de modo correcto. Resulta casi imposible llegar a conocerlos uno por uno suficientemente bien para poder juzgar su eficacia real y sus méritos relativos. Algunos, por ejemplo, no entran en bastantes detalles al definir determinado movimiento. Puede ocurrir, digamos, que den el mismo tiempo para el movimiento de una copa vacía y para el de una copa llena, o para una brocha seca y una brocha empapada de pintura, que por supuesto hay que mover con cuidado. Por otra parte, se plantean problemas de aplicación cuando se efectúan movimientos en condiciones distintas de las normales (por ejemplo, trabajadores vestidos con ropas de protección o que deben deslizarse en un lugar estrecho, detrás de tubos y conductos). La situación se complica aún más por la falta de información sobre muchos sistemas, cuyas tablas se han considerado propiedad de sus creadores y, por tanto, no se podían publicar. Algunos investigadores incluso pusieron en tela de juicio los supuestos básicos de los sistemas NTPD. Sus críticas estaban en parte justificadas, aunque algunas, al parecer, se debieron a equívocos o informaciones erróneas. 
Los sistemas NTPD no eliminan, como se pretendía, la necesidad de utilizar el cronómetro, ni tampoco el estudio de métodos o el muestreo del trabajo. Los tiempos de máquina, de proceso y de espera no pueden medirse con dichos sistemas, y a menudo resulta más económico medir los elementos casuales o incidentales utilizando otras técnicas. De hecho, es difícil cubrir todos los casos que pueden darse en una fábrica utilizando un solo sistema NTPD, y cuando se trata de ciertas operaciones, por ejemplo, producción por lotes o trabajos no repetitivos, utilizar el sistema NTPD puede resultar una solución muy costosa.

viernes, 9 de agosto de 2013

Ventajas de los sistemas NTPD

Los sistemas NTPD tienen algunas ventajas que no posee el estudio de tiempos con cronómetro, pues atribuyen a cada movimiento un tiempo dado, independientemente del lugar donde se efectúe el movimiento, mientras que en el estudio de tiempos expuesto anteriormente lo que se cronometra no es un movimiento, sino más bien una secuencia de movimientos, que juntos componen una operación. La fijación de tiempos por observación y valoración directas puede llevar a resultados contradictorios. Por eso, los sistemas NTPD, que prescinden de la observación y valoración directas, permiten establecer tiempos tipo más coherentes. 
Dado que los tiempos de las diversas operaciones pueden hallarse en tablas de tiempo tipo, el que corresponde a una operación dada puede establecerse incluso antes de que se inicie la producción y a menudo cuando el proceso todavía se encuentra en su fase de concepción. Es una de las mayores ventajas de los sistemas NTPD que permiten al especialista en estudio del trabajo modificar la disposición y el diseño del lugar de trabajo, así como las plantillas y los dispositivos de fijación, de manera que conduzca a un tiempo de producción óptimo. También permiten calcular, incluso antes de iniciar la operación, el costo probable de producción, lo que, evidentemente, resulta muy útil para establecer presupuestos u ofertas de licitación. Estos sistemas no son demasiado difíciles de aplicar y, en comparación con otros métodos, pueden ahorrar horas de trabajo cuando se determinan los tiempos tipo de ciertas operaciones. Son también particularmente útiles para los ciclos repetitivos de tiempos muy breves, como, por ejemplo, las operaciones de montaje en la industria electrónica.

jueves, 8 de agosto de 2013

Antecedentes

El pionero de la clasificación de movimientos fue Frank B. Gilbreth, cuyos therbligs, o subdivisiones de los movimientos de las manos, o de las manos y los ojos, fueron el concepto clave para hacer progresar el estudio de movimientos. Dos de las ideas fundamentales que inspiraron a Gilbreth eran que efectuar un análisis crítico detallado de los métodos de trabajo estimula de por sí el ingenio para mejorar dichos métodos, y que se puede evaluar la eficacia de varios métodos posibles de trabajo comparando sencillamente el número de movimientos que exige cada uno, puesto que, lógicamente, el mejor será el que menos movimientos exija.
Corresponde a A. B. Segur el mérito de haber añadido la dimensión «tiempo» al estudio de movimientos; en 1927 declaró que «dentro de límites prácticos, el tiempo que necesitan todos los expertos para ejecutar movimientos verdaderamente fundamentales es un valor constante»1. Segur ideó el primer sistema de normas de tiempo predeterminadas, denominándolo «análisis de tiempos de movimientos», pero es muy poco el conocimiento público que se tiene de él, porque su autor lo explotó como profesional del asesoramiento a los jefes de empresa, obligando a sus clientes a mantenerlo secreto. El siguiente jalón importante fue la labor de J. H. Quick y sus colaboradores, que en 1934 crearon el «sistema de factor trabajo» (Work Factor)1. Al igual que el de Segur, este sistema fue explotado por sus autores en sus actividades de consultores de dirección y con el tiempo fue adoptado por gran número de empresas. Durante la Segunda Guerra Mundial y la posguerra se inventaron muchísimos sistemas NTPD de distintas clases. Entre ellos se destaca el de «medición de tiempos-métodos» (MTM), que está muy difundido en el mundo entero. En vista de su importancia, es el que se utilizará aquí para ilustrar la forma en que se establecen las normas de tiempo predeterminadas. El sistema MTM fue inicialmente ideado por tres especialistas empleados por la Westinghouse Electric Corporation en los Estados Unidos: H. B. Maynard,
G. J. Stegemcrten y J. L. Schwab. Los resultados de sus estudios se publicaron, poniéndose así por primera vez a disposición de todo el mundo detalles completos sobre un sistema de normas de tiempo predeterminadas. Además, se crearon en los diversos países asociaciones MTM independientes, sin fines lucrativos, que controlan los niveles de formación y la aplicación del sistema y que prosiguen su estudio y perfeccionamiento. Dichas asociaciones fundaron un órgano inter- nacional de coordinación, la Dirección Internacional MTM. En 1965 surgió una forma simplificada de MTM, denominada MTM-2, que estimuló una rápida difusión del empleo del sistema. Asimismo, ha aparecido un cierto número de sistemas derivados para tipos específicos de trabajos, como el de oficina o el de mantenimiento.

miércoles, 7 de agosto de 2013

Definición - Gráfica

martes, 6 de agosto de 2013

Definición

Los sistemas de normas de tiempo predeterminadas (NTPD) constituyen un conjunto de técnicas avanzadas que tienen por objeto fijar el tiempo necesario para ejecutar diferentes operaciones basándose en tiempos previamente establecidos para los respectivos movimientos, y no por observación y valorización directas. Normalmente su utilización por los estudiantes no es muy aconsejable, a menos que ya posean sólidos conocimientos y mucha experiencia del estudio del trabajo. Necesitarán además una formación especializada en estas normas. En el presente capítulo se explican a grandes rasgos dichos sistemas. 
El sistema de normas de tiempo predeterminadas es una técnica de medición del trabajo en que se utilizan tiempos determinados para los movimientos humanos básicos (clasificados según su naturaleza y las condiciones en que se hacen) a fin de establecer el tiempo requerido por una tarea efectuada según una norma dada de ejecución. 
Como lo indica la propia definición, los sistemas de normas de tiempo predeterminadas son técnicas para sintetizar los tiempos de una operación a partir de los tiempos tipo de los movimientos básicos. Los datos sintéticos y los datos tipo se tratan con mayor detalle más adelante. La naturaleza de las referidas técnicas (denominadas en lo sucesivo «sistemas NTPD») puede ilustrarse fácilmente recurriendo a un ciclo de trabajo sencillo como, por ejemplo, poner una arandela en un tornillo. 
El operario estira el brazo hasta la arandela, la agarra, la traslada hasta el tornillo, la coloca en el tornillo y la suelta. En términos generales, muchas operaciones constan de todos o algunos de estos cinco movimientos básicos, a los cuales se suman otros movimientos del cuerpo y otros pocos elementos. El cuadro 20 ilustra los componentes de un sistema NTPD básico. El tiempo tipo de una operación completa puede establecerse examinando la operación, identificando los movimientos básicos que la componen y consultando las tablas de NTPD que indican los tiempos tipo para cada categoría de movimiento efectuado en determinadas circunstancias.

lunes, 5 de agosto de 2013

Cálculo y notificación del tiempo tipo

Cuadro 19. Cálculo y notificación del tiempo tipo
El método de cálculo detallado aquí es el que se aplica al trabajo restringido. Cuando se compila el tiempo tipo de tareas exclusivamente compuestas de elementos manuales, los corres- pondientes suplementos por descanso se suelen añadir elemento por elemento, estableciéndose así los tiempos tipo de los respectivos elementos, que al sumarse dan el tiempo tipo de toda la tarea, claro está. En esos casos se acostumbra consignar los cálculos finales en una hoja de resumen de la tarea, donde se detallan los elementos y todos los pormenores pertinentes de la tarca. Ese resumen se hace igualmente para el trabajo restringido como el del ejemplo, aunque ahí se presentarían por separado el trabajo interior y el exterior. Es útil agregar un diagrama de ciclo al resumen de la tarea. Los métodos por los cuales se notifican o dan a conocer los tiempos tipo varían según las circunstancias del trabajo: cuando se trabaja por encargo y en tarcas no repetitivas (como casi siempre en la mecánica de taller), las tareas se pueden estudiar mientras están en curso y los tiempos tipo se notifican directamente a los obreros anotándolos en la ficha de trabajo o instrucción análoga, previa aprobación por el capataz. Cuando, por el contrario, las mismas operaciones se repiten una vez tras otra, quizá durante meses y meses, es posible que el departamento de estudio del trabajo publique tablas compuestas después de largos estudios. El tiempo total del ciclo es, evidentemente, igual al tiempo tipo. A continuación se presenta el diagrama final del ciclo.

domingo, 4 de agosto de 2013

Ejemplo de estudio de tiempos - Cálculo final del suplemento por descanso

Cuadro 18. Cálculo final del suplemento por descanso Se presenta aquí el suplemento a que se llegó aplicando los porcentajes establecidos en la figura 126. Se verá que en la rúbrica del trabajo exterior se añadió un suplemento por contingencias de 2,5 por ciento, descanso inclusive, para tener en cuenta el tiempo dedicado a hablar con el capataz y el inspector.

sábado, 3 de agosto de 2013

viernes, 2 de agosto de 2013

jueves, 1 de agosto de 2013

Ejemplo de estudio de tiempos - Cálculo de suplemento por descanso

Figura 126. Cálculo de suplemento por descanso 
Para calcular el suplemento por descanso a menudo se utilizan formularios como el ilustrado en estas páginas, porque el encabezamiento detallado ayuda a evitar las omisiones. El cálculo de los suplementos se basa en los datos de las tablas reproducidas en el apéndice 3. 
En este ejemplo, el peso en kg se ha convertido en libras para que se puedan calcular los puntos de estos cuadros. El total para suplementos por descanso (que representa tanto los suplementos fijos como los variables) también incluye un suplemento por necesidades personales de 5 por ciento. 
Para obtener el suplemento por fatiga hay que restar ese 5 por ciento, para cada elemento, del suplemento total por descanso. Como en el ejemplo se trataba de trabajo restringido, el suplemento por fatiga se calculó aparte.
Durante el tiempo condicionado por la máquina sólo hubo 0,26 minutos efectivos de tiempo no ocupado, lo que se consideró demasiado poco como para recuperarse del cansancio (véase sección 12 del capítulo 23), de modo que se añadió al trabajo exterior, y por tanto al tiempo del ciclo, el suplemento por descanso íntegro, es decir, tanto el previsto por necesidades personales como el suplemento por fatiga. El suplemento por necesidades personales de 5 por ciento se aplicó a la suma del trabajo exterior más el tiempo condicionado por la máquina, mientras que el suplemento por fatiga se calculó en función de los elementos de trabajo únicamente. Se verá por el cuadro 18 que el suplemento por descanso ascendió en total a 0,21 minutos, o sea menos que el período no ocupado (0,26 minutos), pero de todos modos tuvo que ser aña- dido a los períodos no comprendidos en el tiempo condicionado por la máquina, puesto que los lapsos de tiempo no ocupado inferiores a 0,5 minutos no se cuentan en los suplementos por fatiga.

lunes, 29 de julio de 2013

domingo, 28 de julio de 2013

Ejemplo de estudio de tiempos - Extracto de una hoja de análisis de estudios - II

En la tercera columna se ve que los elementos repetitivos aparecían con una frecuencia de una vez por ciclo (1/1), de modo que los minutos básicos por ciclo que se registran en la última columna coinciden con los de la antepenúltima columna. 
El tiempo no ocupado (elemento E) se calculó de la misma manera que en el resumen: se restaron los minutos básicos de tiempo interior del tiempo condicionado por la máquina. En general, el tiempo no ocupado no se evalúa sino después de sumar el suplemento por descanso a los elementos de trabajo, pero en este caso, como se verá al llegar a dicho suplemento, esa precaución no era necesaria. El elemento casual «Ayudar a descargar» se observó sólo tres veces, en tres estudios distintos. 
Como se sabe que la carretilla lleva tres cajas con 10 piezas cada una, es evidente que la frecuencia de este elemento debe de ser de una vez por cada 30 piezas, o sea por cada 30 ciclos. El tiempo básico medio por vez se dividió, pues, por 30 y se obtuvo el tiempo básico por ciclo: 0,04 minutos. 
Para el elemento « Hablar con capataz » se dividió el tiempo total observado por los 92 ciclos, lo que dio 0,01 minutos por ciclo. Lo mismo se hizo con el elemento «Inspector verifica», aunque en este caso, como se sabía por el capataz que el inspector debía verificar tres piezas cada 100, se indicó como frecuencia 1/100. Estos dos períodos muy breves, registrados en minutos efectivos, se asimilaron posteriormente a contingencias y se tuvieron en cuenta en los suplementos por concepto de estas últimas.

sábado, 27 de julio de 2013

Ejemplo de estudio de tiempos - Extracto de una hoja de análisis de estudios - I

Figura 125. Extracto de una hoja de análisis de estudios 

A medida que cada estudio de tiempos se elaboraba y resumía, las anotaciones de la hoja de resumen se pasaban a una hoja de análisis. Esas hojas a menudo se mandan imprimir en papel de formato A3 de doble oficio o aún más grande, de modo que sólo se reproduce aquí parte de la hoja. Se verá que de esta operación se hicieron en total cinco estudios, en que cuatro especialistas distintos observaron 92 ciclos, efectuados por tres operarios. 
Los tiempos tipo de las operaciones corrientes de mecánica se compilan habitualmente a partir de normas de tiempo predeterminadas (véase capítulo 26), y cuando se ha acumulado una buena cantidad de datos, a menudo es posible establecer tiempos tipo exactos con menos estudios, o bien observando un número más reducido de ciclos. 
Cuando se revisaron los resultados correspondientes a los elementos A, B, C, D, F y G no se vio ninguna anomalía que indujera a hacer mayores investigaciones, y se procedió en seguida al establecimiento de los tiempos básicos seleccionados finales de esos elementos. Para cada uno de éstos se sacó el promedio ponderado de los tiempos. 
Como todos los elementos repetitivos eran también constantes, no se necesitó representarlos gráficamente. En la primera de las cuatro columnas de la derecha de la hoja se anotaron los respectivos tiempos básicos totales; después se dividieron por 92, o sea el número de ciclos, y se obtuvieron los minutos básicos por vez, que se apuntaron en la columna siguiente. Nótese que ahora sólo se conservan dos decimales, es decir, una aproximación de centésima de minuto.

viernes, 26 de julio de 2013

jueves, 25 de julio de 2013

Ejemplo de estudio de tiempos - Hoja de resumen de estudio

Figura 124. Hoja de resumen de estudio 
Dijimos que la hoja de resumen era la última del pliego de 5 que se guardó en los ficheros como constancia del respectivo estudio. Como las hojas llenadas en el curso de las observaciones inevitablemente se van ajando y como las anotaciones que llevan, hechas a la mayor velocidad posible, a menudo consisten en abreviaturas escritas con mala letra y difíciles de entender (a menos de ser su autor), la hoja de resumen sirve no sólo para presentar concisamente todos los resultados del estudio, sino también para consignar en los espacios del membrete, con tinta y letra clara, todos los datos de la operación que se habían apuntado al principio en la primera hoja del estudio. Lo primero que se escribió fueron los elementos repetitivos A a G, excluyendo E, y se indicó que tres de ellos eran trabajo interior y los otros tres exterior. Las cantidades de la columna «T.B. » son los tiempos básicos por vez y se copiaron de la hoja de trabajo de la figura 123. En cada línea se señaló como frecuencia 1 /1, lo que significa que cada elemento aparecía una vez por ciclo. Los tiempos del elemento efectuado por la máquina y el consiguiente tiempo no ocupado del operario (elemento E) se apuntaron más abajo. 
En la columna « Obs.» se indica el número de observaciones del elemento que se tuvieron en cuenta al calcular el tiempo básico seleccionado. Esa información se pasará a la hoja de análisis, donde servirá para deducir los tiempos básicos seleccionados que entrarán en la compilación del tiempo tipo. Bajo el epígrafe « Elementos casuales y contingencias » se indica el tiempo básico del ele- mento durante el cual el operario ayudó a cargar y descargar cajas de piezas. Se verá que este elemento sólo se produjo una vez y que su frecuencia debía ser 1/30, puesto que llegaron tres cajas de piezas bastas y se cargaron tres cajas de piezas acabadas. Los otros sucesos no repetitivos que se observaron fueron «Hablar con capataz» y «Pasa inspector, verifica tres piezas y comenta». Como esos episodios no tenían ritmo que valorar, sus tiempos se expresaron en minutos efectivos (m.e.). 
Finalmente, el analista consignó en minutos efectivos la pausa que hizo el operario durante el período estudiado.
Los tiempos básicos figuran con la tercera decimal, y así se pasaron también a la hoja de análisis. Puede parecer una precisión injustificada para el grado de exactitud de ios datos en que se basan los asientos, pero las centésimas de minuto pueden tener importancia si se procede a multiplicaciones posteriores. En efecto, si en la hoja de análisis se decide hacer la selección final de los tiempos básicos sacando promedios, cada una de las cantidades registradas se multiplicará por el correspondiente número de observaciones para obtener el total de minutos básicos del elemento que se había observado. Se sumarán entonces los totales de todos los estudios de que fue objeto la operación y el resultado se dividirá por el número total de observaciones para obtener el promedio general. En esa etapa, una vez hechos todos los cálculos aritméticos, las selecciones finales se expresarán con una aproximación de dos decimales solamente, o sea al centésimo de minuto más cercano.

miércoles, 24 de julio de 2013

martes, 23 de julio de 2013

Ejemplo de estudio de tiempos - Hoja de trabajo - II

El tiempo que tardaba la máquina en acabar el fresado no variaba de ciclo a ciclo: estaba determinado por la regulación automática de la velocidad de avance y de la profundidad del labrado. Era, pues, muy fácil de calcular. En este estudio, el tiempo condicionado por la máquina empezaba al final del elemento A y acababa al terminar el elemento E, de modo que se podía deducir de las hojas de estudio restando el cronometraje de A del cronometraje de E. 
Los resultados se tabularon debajo del epígrafe «TCM », a la derecha de la hoja de trabajo. Estos tiempos son, evidentemente, minutos efectivos, y no tiempos básicos. Se observará que dos de los TCM se destacan por el círculo que los rodea. El especialista no señaló en sus apuntes que hubiera anomalías, y al examinar las cifras de los ciclos en que apare- cieron esos tiempos insólitos tampoco salta a la vista la explicación. Posiblemente el TCM más breve se haya debido a que el operario, que accionaba la máquina a mano antes de engranar el avance automático, haya demorado más que de costumbre en hacerlo sin que el analista lo notara. 
 A su vez, el TCM más largo del ciclo 17 puede deberse a que el operario no haya detenido la máquina con la rapidez habitual, también sin que se advirtiera la tardanza. Los dos tiempos con círculo alrededor se excluyeron del total de 13.05 minutos efectivos de tiempos condicionados por la máquina, de modo que ese total se dividió por 16, y no por 18, para sacar el promedio de TCM, o sea 0,816. En cuanto al elemento E, o sea el tiempo no ocupado, se restó del promedio de TCM el total de los tiempos básicos seleccionados de los elementos B, C y D (que corresponden a trabajo interior) y se obtuvo, como promedio del tiempo no ocupado, 0,257 minutos. 
Al llegar a esta etapa de elaboración se acostumbra conservar la tercera decimal de los tiempos básicos seleccionados y proseguir los cálculos con ese grado de aproximación en la hoja de resumen y en la de análisis de los estudios.

lunes, 22 de julio de 2013

Ejemplo de estudio de tiempos - Hoja de trabajo - I

Figura 123. Hoja de trabajo
Los elementos repetitivos A, B, C, D, F y G eran todos de carácter constante, de modo que sus correspondientes tiempos básicos seleccionados se obtuvieron sacando sencillamente los promedios. Como se dijo en el capítulo 20, los datos se pueden analizar de varias maneras, por lo cual no se acostumbra mandar imprimir formularios especiales.
Cualquier papel rayado o cuadriculado sirve, y cuando se ha hecho cuadricular el dorso de la primera página del formulario de estudio (para facilitar los croquis) se puede emplear perfectamente, después de señalar arriba el número del estudio y el número de la hoja. Si el estudio es muy sencillo, el análisis se puede efectuar directamente en la hoja de resumen, aunque trazando algunas columnas más en el espacio «Descripción del elemento».
Los métodos para obtener los tiempos básicos seleccionados se exponen en el capítulo 23. En este caso no se descubrió ninguna anomalía en los tiempos básicos alineados bajo los elementos A, B, C, D, F y G, y no hubo, pues, necesidad de descartar cifras aberrantes. Se totalizaron entonces los tiempos básicos de cada elemento y se calculó el tiempo básico seleccionado dividiendo cada total por el número de observaciones (18).
Debajo del elemento E «Esperar que máquina acabe de fresar» no hay cifras, puesto que era un tiempo no ocupado, que, por tanto, no se sometía a valoración. En cada ciclo, la duración efec- tiva de ese tiempo no ocupado dependía de la velocidad a la cual el operario despachaba el trabajo interior que ejecutaba sobre otra pieza mientras la máquina seguía fresando automáticamente.

domingo, 21 de julio de 2013

Ejemplo de estudio de tiempos (Gráfica)- VII

sábado, 20 de julio de 2013

Ejemplo de estudio de tiempos - VI

Figura 122. Formulario de estudio de tiempos: continuación (hoja 3) Lo primero que se anotó en esta hoja fue una interrupción: al pasar el inspector, verificó tres piezas y comentó algo con el obrero. El tiempo invertido en ese episodio, al igual que el registrado en la hoja anterior al lado de « Hablar con capataz », se contó después como contingencia. Al acabar el ciclo 16 surgió un nuevo elemento de trabajo: ayudar al peón a descargar y cargar cajas. Ese elemento era casual, por oposición a los designados A a G. que eran repetitivos. 
El especialista valoró y cronometró el elemento, pero, en vista de que duraba más de un minuto, le atribuyó un valor y le midió el tiempo al cabo de los dos primeros medios minutos y también al final del elemento. Esta práctica, que permite lograr mayor exactitud, se explicó en la sección 9 del capítulo 21. De vuelta en su oficina al acabar las observaciones, el especialista llenó primero los espa- cios «Término» y «Tiempo transcurrido» del membrete de la primera página, y empezó a llenar la tercera columna restando cada tiempo cronometrado del siguiente y apuntando el resultado bajo el epígrafe «T.R.». Al pie de cada columna sumaba los respectivos «tiempos restados», para pasar después los subtotales a la hoja 3. La adición de los subtotales dio 35,20 minutos. Añadiéndoles el tiempo antes y el tiempo después del cronometraje se obtiene como resultado 38 minutos, cifra que coincide con la del tiempo transcurrido y sirve para probar que las restas estaban bien hechas. 
La etapa siguiente, la «conversión», consiste en multiplicar cada tiempo restado por su respectiva valoración para obtener el tiempo básico y apuntarlo en la cuarta columna. Esa operación se facilita mucho con una pequeña calculadora de bolsillo. Las cantidades se redondean a la centésima de minuto más próximo: 0.204 minutos, por ejemplo, se convierte en 20. y 0,206, en 21, pero queda en suspenso el caso de 0,205. Observando el formulario de la figura 98 vemos que en ese estudio preciso se aplicaba la regla de redondear para abajo: en efecto, el elemento G del ciclo 15 lleva la valoración 105 y un tiempo restado de 10, lo que da, con tres decimales, un tiempo básico de 0,105 minutos, pero la cantidad anotada es sólo 10, sin las 5 milésimas. 
En el estudio se verán otros ejemplos análogos, aunque la mayoría de los especialistas aplican la regla inversa y redondean la media centésima para arriba.

viernes, 19 de julio de 2013

Ejemplo de estudio de tiempos (grafica)- V

Figura 121. Formulario de estudio de tiempos: continuación (hoja 2) Las anotaciones ocuparon en total tres hojas. En la figura 121 aparece la primera de las dos hojas de continuación, y se notará que arriba a la derecha dice: «Hoja núm. 2 de 5». En efecto, a su debido tiempo se añadirán a las tres hojas la de análisis y la de resumen del estudio, que al prenderse con las demás constituirán el juego de cinco. Además de las valoraciones y cronometrajes anotados como en la primera página, en esta hoja figuran dos interrupciones: «Hablar con capataz» y «Pausa de media mañana». En ninguna de las dos había ritmo que valorar, evidentemente. A la primera se le dio cabida entre las contingencias, y la segunda se tuvo en cuenta en el suplemento por descanso que se agregó al compilar el tiempo tipo de la operación.

jueves, 18 de julio de 2013

Ejemplo de estudio de tiempos - IV

miércoles, 17 de julio de 2013

Ejemplo de estudio de tiempos - III

Todos los datos previstos en el membrete del formulario (salvo la horade término y el tiempo transcurrido) se anotaron antes de poner en marcha el cronómetro y empezar el estudio. Si éste hubiese sido el primer estudio de la operación, el analista habría detallado los elementos y cortes en la columna de la izquierda, «Descripción del elemento», pero en este caso no era necesario porque los datos figuraban ya en la ficha ilustrada en la figura 118. En cambio, el analista tiene que observar unos cuantos ciclos de la operación para cerciorarse de que el obrero aplica el método consignado y para familiarizarse con los cortes antes de empezar a apuntar. Los elementos se identificaron sencillamente con letras, de A a G. El analista puso el cronómetro en marcha a las 9.47 en punto, por el reloj de la oficina o por su propio reloj de pulsera. 
El cronómetro anduvo 1,72 minutos antes de que empezara el ele- mento A del primer ciclo, y esa cifra es la primera que se apunta, con la indicación «Antes del cronometraje». Como se trata de un estudio con el método acumulativo, se deja andar el cronó- metro sin parar hasta el final. Incluso cuando el analista interrumpe el estudio después de observar 18 ciclos, deja el cronómetro en marcha hasta que en el reloj de la oficina el minutero marca un minuto en punto (a las 10.25). Anota esa hora y entonces sí detiene el cronómetro. 
Esos apuntes finales aparecen al pie de la figura 122. Las cuatro columnas utilizadas en el cronometraje acumulativo son: «Valoración» (V.), «Cronometraje» (C.), «Tiempo restado» (T.R.) y «Tiempo básico» (T.B.). La valoración precede a los demás datos porque es preferible que el observador se forme su idea del ritmo de trabajo mientras está en curso el elemento, y no después de cronometrarlo. Si se hubiera aplicado el método de vuelta a cero, no se habría necesitado la columna C. Sólo se van llenando durante las observaciones los columnas V. y C. Las otras dos se llenan posteriormente, en la oficina. En la práctica, las cifras consignadas en el propio taller se anotan con lápiz, y las calculadas en la oficina, con tinta o con un lápiz de otro color. En este ejemplo, el analista numeró los ciclos observados acotando una cifra (de 1 a 18) con un círculo alrededor a la izquierda de la columna «Descripción del elemento». Al apuntar los tiempos no se necesita señalar las decimales. El primer asiento, o sea el tiempo antes del cronometraje, 172, significa 1,72 minutos. 
El tiempo siguiente se observó 1,95 minutos después de ponerse en marcha el cronómetro, pero basta con apuntar 95. El tercer asiento, 220, indica que habían transcurrido desde el principio 2,20 minutos; ahí las cantidades vuelven a ser de dos cifras hasta que pasa otro minuto más. Durante el ciclo 15 (consignado en la figura 122), el tiempo total del estudio superó los 30 minutos, o sea el tiempo que tarda la manecilla de la cara pequeña del cronómetro en dar toda la vuelta. Como el estudio continuó mientras la manecilla empezaba otra vuelta, los tiempos observados comienzan de nuevo por 1. Obsérvese que el cronometraje del elemento F del ciclo 15 era de 106, lo que significa, evidentemente, 31,06 minutos después que se puso en marcha el cronómetro. El elemento E - « Esperar que máquina acabe de fresar» - no representa trabajo y, por tanto, 0 no se valoró su ritmo, ni tampoco se señaló una cantidad en la columna «Tiempo básico».

martes, 16 de julio de 2013

Ejemplo de estudio de tiempos (Croquis de la pieza y del lugar de trabajo)- II

Figura 119. Croquis de la pieza y del lugar de trabajo El croquis del lugar de trabajo generalmente se necesita más cuando se estudia un montaje o la manipulación de materiales que cuando se trata de operaciones en los talleres, pues en éstos las máquinas se suelen disponer de la misma manera aunque cambie el trabajo. En el croquis de la pieza que labrar se mostrarán las superficies trabajadas, y si se trata de tornos revólver, también la disposición de las herramientas. Los dibujos se hacen más fácilmente en papel cuadriculado, y si se desea que todas las informaciones sobre el estudio figuren en la misma hoja, el croquis se puede hacer al dorso del formulario de estudio de tiempos, el cual, a su vez, puede mandarse imprimir como papel cuadriculado.

lunes, 15 de julio de 2013

Ejemplo de estudio de tiempos - I

Ahora pasaremos a desarrollar un estudio de tiempos completo. Para seguir sin dificultad y paso a paso el correspondiente proceso y el cálculo del tiempo tipo es preferible ir estudiando los formularios que ilustran el texto. Se eligió este ejemplo porque: 
□ es sencillo; 
□ ya fue objeto de un estudio de métodos; 
□ comprende a la vez elementos manuales y mecánicos; 
□ es típico del género de operaciones que se observan en todas las empresas de la industria mecánica y de otras industrias en que se emplean máquinas y procesos semiautomáticos. 
Los formularios empleados son los de uso general que se habían ilustrado en el capítulo 20. Aunque todos los apuntes se hacen a mano, se acostumbra espaciar las líneas como para mecanografiarlos porque puede ocurrir que se deban distribuir copias en limpio de los estudios con fines de examen o circulación. El estudio detallado en este capítulo no era el primero que se hacía de la operación. Los elementos y los cortes se definieron cuando se inició el estudio de métodos, y se consignaron entonces en una ficha preparada y archivada por el departamento de estudio del trabajo. 
Es ésta una excelente costumbre cuando se presume que la operación se va a estudiar varias veces, quizá por personas distintas. Así es seguro que todos los apuntes de las diversas series son compa- rables entre sí. Los elementos y cortes aparecen en la figura 118 y los croquis de la pieza y del lugar de trabajo se presentan en la figura 119. Aunque el ejemplo que se estudió detalladamente es muy sencillo para tra- tarse de una actividad fabril, se puede aplicar exactamente el mismo procedi- miento a las operaciones no fabriles o a cualquier otro trabajo que se estudie con objeto de fijar normas de tiempo. Las operaciones enteramente manuales, como el montaje, se tratarían de la mismísima manera.