Algunas de las fi bras encerradas pueden deshilacharse o la placa terminal de cartílago puede experimentar
microfracturas y liberar algo del material gelatinoso, lo cual reduce las presiones internas y
permite que el centro comience a secarse. Proporcionalmente, los espacios entre los discos se hacen
más angostos, lo que permite que los huesos vertebrales se junten y, eventualmente, se toquen entre sí
y provoquen irritación y dolor. Aún peor, las raíces de los nervios inciden y generan dolor y lesiones
sensoriales y motoras.
A medida que las fi bras pierden su integridad, los huesos vertebrales se pueden
desplazar y provocar una presión dispareja en los discos y aún más dolor. En casos más catastrófi cos,
llamados hernia discal, o de una forma más familiar, resbalamiento de discos, las protecciones de
las fi bras pueden llegar a romperse, lo que permite que grandes cantidades de sustancia gelatinosa se
extruya e incida todavía más sobre las raíces de los nervios (fi gura 4.24c).
Las causas de los problemas en la parte inferior de la espalda no son siempre fáciles de identifi car.
De la misma forma que con la mayoría de las enfermedades ocupacionales, están en juego factores
de trabajo e individuales. En estos últimos se puede incluir la predisposición genética hacia tejidos
conectivos más débiles, discos y ligamentos así como las condiciones del estilo de vida personal
como, por ejemplo, el consumo de tabaco y la obesidad, circunstancias sobre las cuales el ingeniero
industrial tiene muy poco control. Los cambios sólo pueden afectar los factores del trabajo.
A pesar de
que los datos epidemiológicos se confunden muy fácilmente con los efectos de la sobrevivencia de la población o los mecanismos compensatorios individuales, se puede demostrar estadísticamente que el
trabajo pesado genera un incremento de las lesiones en la parte inferior de la espalda. El trabajo pesado
incluye más que sólo levantamientos frecuentes de cargas pesadas; también incluye la conservación
de posturas estáticas del tronco doblado hacia adelante por periodos prolongados. También son factores
contribuyentes los largos periodos de inmovilidad aun sentados, así como la vibración de todo el
cuerpo.
Por lo tanto, los científi cos han asociado la formación de altas presiones sobre los discos con
las fallas eventuales en los discos y han optado por los cálculos biomecánicos o los de las fuerzas de
compresión en los discos a partir de las mediciones de presión intradiscales directas o intraabdominales,
ninguna de las cuales es de interés práctico para la industria.
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