Hemos llegado a la fase en que el analista terminó sus observaciones en el taller
y regresó a su oficina con los datos reunidos. Seguramente tendrá que hacer más
estudios de la misma tarea u operación según la realizan otros obreros, pero por
ahora veremos cómo aprovecha los datos que acaba de reunir y apunta los
resultados en la hoja de análisis de los estudios que corresponde a la operación,
y dejamos para más adelante la forma en que determina el tiempo tipo a partir de
esos resultados.
Hasta ahora, todos los apuntes en el formulario de estudio de tiempos
(figuras 98 y 99) fueron hechos con lápiz. Además de los datos previstos en el
membrete, se habrán anotado, en primer lugar, el tiempo transcurrido entre la hora
de comienzo y el primer cronometraje, y en último término, el lapso entre el final
del cronometraje y la hora de regreso a la oficina, así como dos cantidades por
cada cronometraje realizado: la valoración y la hora que marcaba el cronómetro.
La valoración (columna V.) figurará con cantidades del orden de 95,115,80, 100,
75,105, etc., aunque más vale que el analista se atenga a las decenas (80,90,100,
etcétera) hasta que adquiera considerable experiencia. En la columna siguiente,
encabezada por «C.», figurarán los minutos decimales que haya señalado el
cronómetro. Como los cronometrajes se habrán hecho a intervalos de medio
minuto o menos (puesto que los elementos de mayor duración se valoran y
cronometran no sólo en los «cortes», sino además cada medio minuto), la mayoría
de los asientos tendrán sólo dos cifras, y no habrá tres sino cuando se haya
cumplido un minuto en el transcurso del elemento. Es costumbre no poner la coma
de decimales, que sería un trazo más y en la práctica resulta superflua.
Yo creo que el cronometraje de tiempos de producción ya no tiene sentido. La "robotización" del trabajo desplaza, o terminará desplazando, el trabajo manual.
ResponderEliminarDe yo ser joven, me inclinaría por estudiar y aplicar la "robotización"
Hasta para publicar este comentario, tengo que demostrar que no soy un robot