Desde la Revolución Industrial se ha procurado constantemente mejorar la
tecnología de la producción de mercancías, particularmente de productos
manufacturados.
La introducción de la línea de montaje en 1914 para producir
automóviles del modelo T Ford fue revolucionaria en esa época. Marcó una clara
transición de una operación manual a una Operación mecanizada. En los años
cincuenta se iniciaron procesos automatizados y, con los rápidos avances de la
ciencia y la aplicación de la computadora, hemos pasado a sistemas como el
control numérico computarizado (CNC), el diseño con ayuda de computadora
(DAC) y la fabricación con ayuda de computadora (FAC) y - en la fábrica del
futuro - se pasará a los sistemas de fabricación flexible (SFF) y a la fabricación
integrada por computadora (FIC).
En la figura 71 se representa esquemáticamente
esta evolución.
Esta transición no significa que cada una de las fases haya sido sustituida
por una fase sucesiva en el orden cronológico. Sigue habiendo un trabajo manual,
la línea de montaje y procesos mecanizados, a veces junto a un proceso
automatizado en la misma fábrica. Sin embargo, existe una tendencia hacia
sistemas más flexibles de producción, que están ganando terreno a una velocidad
acelerada.
Así pues, mientras que la primera Revolución Industrial abarcó el final
del siglo xvm y comienzos del xix, la evolución de la electrónica y las
computadoras en los últimos cuarenta años ha inducido a muchos a creer que
estamos viviendo, en realidad, una segunda Revolución Industrial.
Examinaremos ahora brevemente algunos de los cambios que se han
producido en la tecnología de la fabricación.
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