La cifra 100 representa el desempeño tipo. Si el analista opina que la operación
se está realizando a una velocidad inferior a la que en su concepto es la norma,
aplicará un factor inferior a 100, digamos 90 o 75 o lo que le parezca representar
la realidad.
Si, en cambio, opina que el ritmo efectivo de trabajo es superior a la
norma, aplicará un factor superior a 100: 110, 115 o 120, por ejemplo.
Es costumbre redondear los valores al múltiplo de 5 más próximo, es decir,
que si se juzga que el ritmo es superior en 13 por ciento al ritmo tipo, se anota la
cifra 115. Por lo demás, no es probable que los analistas, durante las primeras
semanas de formación, puedan valorar con una aproximación menor que la
decena.
Si la valoración fuese siempre impecable, por muchas veces que se valorara
y cronometrara un elemento el resultado sería invariablemente que:
Tiempo observado x Valor atribuido = Constante
a condición de que el elemento sea del género
que llamamos constante en la sección 6 del capítulo anterior y que se efectúe siempre de la misma manera.
Expresada en
números, esa fórmula podría presentarse así:
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