El muestreo del trabajo (conocido también por «muestreo de actividades», «método de observaciones instantáneas», «método de observaciones aleatorias»
y «control estadístico de actividades») es una técnica que, como su nombre indica,
se basa en el muestreo. Veamos ante todo por qué resulta necesaria.
Para obtener una visión completa y exacta del tiempo productivo y del
tiempo inactivo de todas las máquinas en una zona dada de producción, sería
necesario observar continuamente cada una de las máquinas de dicha zona y
registrar el momento y la causa de cada interrupción. Pero es algo evidentemente
imposible de realizar, a menos que una multitud de trabajadores se dedicaran
exclusivamente a esa tarea, lo que sería absurdo en la práctica.
Sin embargo, si fuera posible observar de una ojeada qué hace cada máquina
de una fábrica en determinado momento, quizá se descubriera que, por ejemplo,
80 por ciento de las máquinas están funcionando y 20 por ciento están paradas.
Si se hiciera lo mismo veinte veces más a distintas horas del día, y si cada vez la
proporción de máquinas que estuviera funcionando fuera de 80 por ciento, podría
decirse con cierta seguridad que en todo momento hay 80 por ciento de las máquinas en funcionamiento.
Como generalmente tampoco es posible aplicar esta técnica, hay que optar
por la que le sigue en orden de preferencia: se hace una serie de recorridos del
taller a intervalos aleatorios observando las máquinas que funcionan, las que están
paradas y la causa de cada inmovilización.
He aquí la base de la técnica de
muestreo del trabajo. Si el tamaño de la muestra es suficientemente grande y
las observaciones se efectúan realmente al azar, existe una buena probabilidad de
que dichas observaciones reflejen la situación real, con un margen determinado
de error por exceso o por defecto.
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