En la sección anterior mencionamos que una empresa mantiene una gran variedad
de existencias de diversos materiales. Sería imposible investigar el nivel óptimo
de las existencias que es preciso mantener de todos los materiales. Esta sería una
tarea pesada y costosa. Sería, en cambio, más oportuno concentrarse en las
relativamente escasas partidas que representan el mayor valor monetario, puesto
que estas partidas entrañan un considerable costo de inactividad.
Para hacerlo, se realizaría un análisis de Pareto (del que ya se ha hablado en
el capítulo 6). Si las diversas partidas en stock se multiplican por su precio de
compra, se pueden determinar las partidas «A», que son las pocas que representan
el máximo valor ; las partidas «B», que son las siguientes por orden de valor, y
las partidas «C», que son el gran número de productos restantes que representan
una parte mucho menor del valor total de las existencias. Al concentrarse en las
partidas « A » y en las partidas « B » es posible elaborar una estrategia fundada en
la reducción de las cantidades de las partidas «A» y «B» mantenidas en reserva
hasta el nivel óptimo. Un elemento importante de esta estrategia consiste en
colocar varios pedidos de cantidades menores de las partidas «A» y «B» al año
en lugar de pasar un solo pedido para todo el año y de mantener esos productos
en stock.
Cuanto menor es el volumen del pedido, menores serán los costos de
inactividad. Sin embargo, al mismo tiempo, si se pasan más pedidos se incurre
en un costo adicional, ya que ello puede entrañar la contratación de más personal
para pasar y tramitar esos pedidos y un aumento del papeleo. Por consiguiente,
cuando mayor es el número de pedidos de cantidades menores, menores serán los
costos de inactividad, aunque los costos para pasar los pedidos podrán aumentar.
La solución óptima se alcanzará en el punto de intersección de las dos curvas
(figura 82).
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