En el capítulo 2 indicamos que el estudio del trabajo tiene dos componentes
básicos, el estudio de métodos y la medición del trabajo. En los capítulos
siguientes indicaremos de qué modo el estudio de métodos puede simplificar los
métodos de trabajo y reducir el tiempo de la operación. Una vez hecho esto, la
medición del trabajo determina el tiempo que lleva aplicar el nuevo método
perfeccionado.
La planificación y el control de la producción sólo se pueden llevar a cabo
¡4 si se conocen los tiempos de las diversas actividades. De ahí se deduce que los resultados de la medición del trabajo deben constituir los componentes del proceso
de planificación.
Y se deduce asimismo que cada vez que un especialista en el
estudio del trabajo modifica el orden de las operaciones y sus tiempos de
realización, puede resultar catastrófico para la planificación a menos que los
resultados de su trabajo se incorporen al sistema establecido para planificar la
producción.
Por otro lado, mediante el control de la producción, los directores de
explotación pueden detectar los puntos donde se plantean problemas, el
establecimiento de tiempos demasiado largos o de tiempos muertos, la escasez
frecuente de materiales o la utilización irregular de recursos que provoca retrasos.
Todos estos aspectos constituyen indicadores para el especialista en el estudio del
trabajo, al que es útil recurrir para mejorar la situación.
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