Una causa importante de errores es la falta, o la insuficiencia, de capaci-
tación del personal que realiza las tareas. Una persona por lo general no comete
errores en su trabajo, pero sólo si sabe exactamente lo que se espera de ella,
dispone de los instrumentos, el equipo y el apoyo adecuados y está debidamente
capacitada en las técnicas y conocimientos especializados requeridos. Si se
cumplen todas estas condiciones, el «sistema» ha realizado su labor. Los
trabajadores deben tener asimismo confianza en su pericia para ejecutar su trabajo
con el mínimo de errores, ya que la confianza genera competencia.
Iniciativas recientes como programas de gestión de la calidad total y
servicios a los clientes han puesto de relieve la importancia de cada etapa de un
procedimiento en la determinación de la calidad global del producto o servicio
final. Conviene que la cultura de la organización induzca a que se desee
proporcionar un servicio de alta calidad en la propia esfera de actividad y a
considerar que la actividad propia es importante para la organización y su
aportación de calidad global.
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