Además, puede ser necesaria alguna forma de examen regular de las
operaciones. Las situaciones cambian con el tiempo. Las personas cambian
también. En los métodos de trabajo se encontrarán formas abreviadas, nuevas
técnicas y nuevos equipos. Al mismo tiempo, se podrán introducir modalidades
menos eficientes de trabajar. Incluso si no se efectúan alteraciones, puede haber
modificaciones en los niveles de insatisfacción de la dirección o de los
trabajadores al cambiar sus expectativas. Puede haber óptimas razones para
modificar los procedimientos y, de hecho, es posible que aumente la productividad
en el nivel local. Sin embargo, puede que esos cambios no planificados o no
coordinados tengan repercusiones en otras partes de un sistema más amplio no
previstas por los que efectúan el cambio. El aumento de la producción de una
sección, por ejemplo, puede crear un atasco en el proceso en una etapa posterior
del sistema global. Por todos estos motivos, es aconsejable utilizar alguna forma
de programa estructurado de examen. Este puede adoptar la forma de una
comprobación de los procedimientos, un examen departamental o un estudio de
sistemas, siempre y cuando abarque un examen regular de la actividad
administrativa para mantener y mejorar la eficiencia de la oficina.
Los propios empleados son otra fuente de proyectos que se han de estudiar.
Los proyectos pueden surgir de la sugerencia de un empleado o de estructuras
como los círculos de calidad, realizándose como parte de un intento de toda la
organización de mejorar la manera de realizar las actividades. Frecuentemente
esos círculos plantean cuestiones que requieren un trabajo o un estudio adicional
antes de que se puedan sugerir cambios y/o evaluarlos; estas investigaciones
pueden constituir proyectos adecuados de estudio del trabajo cuando un
especialista en estos estudios actúa por cuenta del círculo de calidad.
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