lunes, 8 de julio de 2013

Remuneración del tiempo no ocupado - II

Cada empresa deberá ver que sistema es el más adecuado para ella conforme a las circunstancias del caso, sobre todo a la medida en que los puestos con mucho tiempo desocupado sean excepcionales o comunes. A veces se adoptan tasas variables cuyo monto crece según una curva, pero en general se prefieren las relaciones lineales, y en todo caso las sencillas. 
Al especialista en estudio del trabajo le interesa ante todo la cantidad de tiempo que se necesita para ejecutar una tarea u operación, y no tanto las disposiciones que se convengan para pagar ese tiempo. Casi todos los contratos colectivos de salarios tienen en cuenta la diferencia de calificaciones exigidas por distintas operaciones fijando tasas diferentes por minuto u hora de trabajo, y hay muchos factores más que pueden influir en la escala de salarios, pero ninguno de ellos alterará el cálculo del suplemento por tiempo no ocupado que deberá incluirse en el tiempo tipo de una tarea. 
Ese suplemento es una cantidad de minutos u horas, y la tarifa a que se paguen tales minutos u horas es algo que se debe negociar totalmente aparte. Se dijo que en los casos típicos se pagaban a tasas reducidas los períodos no ocupados de cierta duración, pero puede ocurrir que en determinados puestos se justifiquen unas tasas realmente muy elevadas para las dos clases de tiempos, de tal modo que los titulares acaben cobrando más por un minuto de tiempo desocupado que otros obreros por un minuto de trabajo efectivo.
 Es lo que sucede en el acabado a máquina del árbol de un generador eléc- trico de turbina. Dicho árbol puede medir varios metros, y al llegar a las últimas etapas del acabado se habrán invertido en él sumas considerables por concepto de mano de obra y costo de la materia prima, que es particularmente cara. Como los errores de fresado pueden inutilizar la pieza íntegra y obligar a desecharla, el operario lleva una pesada responsabilidad, aunque la operación en sí no sea especialmente compleja. 
A causa de esa responsabilidad, el obrero quizá cobre tasas más altas, tanto por el tiempo de trabajo como por los lapsos de desocupación forzosa, que las atribuidas a las operaciones corrientes de torno. Hay operaciones o tareas «decisivas» análogas en muchas industrias.

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