viernes, 15 de junio de 2012

Diagrama de hilos II

de primera mano. Al igual que el diagrama de recorrido, se utiliza las más de las veces para completar un cursograma, de modo que los dos juntos den la idea más clara posible de lo que se está haciendo en realidad. Como siempre, el cursograma se examinará con espíritu crítico para cerciorarse de que se suprimieron todas las actividades innecesarias antes de idear un nuevo método. 
Se puede emplear el diagrama de hilos para seguir los movimientos de materias u objetos, y a veces se lo emplea con ese fin, sobre todo si un especialista en estudio del trabajo quiere averiguar fácilmente cuánta distancia recorren las cosas. Por ejemplo, se hubieran podido hacer diagramas de hilos para los diversos ejemplos del capítulo anterior, pero no se precisaban porque el diagrama de recorrido común bastaba para dar todos los datos necesarios y, en los casos ilustrados, era más fácil de dibujar. Lo corriente, sin embargo, es que el diagrama de hilos se utilice para establecer los movimientos de trabajadores, y ésa es la aplicación que estudiaremos en los ejemplos del presente capítulo. 
El especialista en estudio del trabajo va siguiendo al operario objeto del examen a medida que va y viene con motivo de su trabajo. (Si la zona en que se desplaza es relativamente reducida y se puede abarcar con la mirada desde un punto fijo, no hay necesidad de seguirlo.) 
El especialista anota metódicamente todos los puntos a los que va el trabajador, y cuando el trecho es relativamente largo, también la hora de salida y de llegada. Se ahorrará muchas anotaciones si emplea números, letras, etc., para designar las máquinas, depósitos u otros puntos del recorrido.

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